Tres razones para incorporar el estudio de la naturaleza

“La naturaleza misma es retraída y discreta, pero no secreta. Ella no esconde nada de aquellos que realmente quieren aprender y quieren ver. Ella es la mejor de todas las maestras, ya que una vez que nuestros sentidos están en alerta, nos atrae, revelando tesoros tras tesoros y ampliando y profundizando nuestra experiencia.”.  Dowton

La naturaleza había sido para mí como aquella piedra que a primera vista no tiene atractivo o valor alguno, pero que, al ser extraída, examinada y pulida, resulta ser una joya preciosa, ya sea un hermoso diamante, o un metal preciado como el oro. Siempre frente a mí, pero sin ser observada, o puesta en atención, sin significado ni valor. 

Claro que había disfrutado de ella en un día de campo, o una semana vacacional en la playa, trepando de pequeña en los árboles o refugiándome bajo su sombra, pero solo por el simple hecho del disfrute personal; llegué hace no mucho incluso a vivir en un ambiente rural, pero en ninguna de estas experiencias puse atención alguna a la belleza natural en sí misma.

Esa había sido mi experiencia … hasta que conocí la maravillosa metodología de Charlotte Mason como parte formativa en la educación de mi hijo, fue entonces cuando me encontré con una de las áreas enfáticas de la metodología “El estudio de la Naturaleza”. ¿Alguna vez lo habías oído como parte de la formación de un niño? Yo nunca; sin embargo, en esta filosofía la educación es integral, y su lema dice que “La educación es ambiente, disciplina y vida” y parte fundamental del ambiente que forma a nuestros niños es el contacto con la Naturaleza. 

Pero surgieron algunas preguntas ¿cómo es esto posible? ¿de qué manera beneficia a la formación de los niños? ¿cómo estudiarla? Así que después de leer lo concerniente con “la vida al aire de los niños” en su Volumen 1 de la Srita. Mason, y de estudiar otras fuentes sobre la filosofía en lo referente a este tema, quisiera compartir tres razones principales por las que considero debiéramos incorporar el estudio de la naturaleza como parte de nuestra vida diaria en la educación de los niños, y algunos de los beneficios obtenidos, no solo en ellos, también en nosotros como adultos y educadores.

Primera razón: es un Acercamiento al conocimiento de Dios.

“Al tratar con pájaros, animales, flores y todas las demás formas de vida natural, tal vez estamos más cerca del Creador que en cualquier otra rama de la ciencia; porque el mundo natural es la expresión de la personalidad de Dios en una forma que está al alcance de todos nosotros para comprender en cierta medida. ¿Y no es el mundo natural una de las mayores pruebas de que hay un Dios?” G. Dowton (PNEU)

La creación es una de las revelaciones de la existencia de Dios, tal como lo dice la primera parte el Salmo 19. “Los cielos proclaman la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de Sus manos. Un día transmite el mensaje al otro día, Y una noche a la otra noche revela sabiduría. No hay mensaje, no hay palabras; No se oye su voz. Pero por toda la tierra salió su voz, Y hasta los confines del mundo sus palabras.” – Salmo‬ 19:1-6‬

En nuestra experiencia, es esta quizá la razón de más peso en nuestro recorrido por el estudio de la naturaleza, el conocimiento más cercano de Dios que ha tenido nuestro hijo de apenas 5 años ha sido en su mayoría el acercamiento a la naturaleza. Cada insecto, pequeña hoja, árboles grandes y frutales, las nubes, el mar, los diferentes tipos de rocas, han sido oportunidades para apuntar la existencia de un Dios bueno, diseñador, creativo, poderoso, sustentador, bondadoso, amoroso, entre otras expresiones de su personalidad como cita la PNEU. 

Algunas expresiones como “¡mira que belleza, Dios es muy creativo!” o “¿ves cómo Dios diseñó a este insecto para protegerse de sus depredadores? Él es muy sabio” son solo algunas de las maneras en las que podemos hacer saber a nuestros niños parte de la Gloria de Dios.

Cuando escucho a mi niño decir “Oh, mami mira esa orugita, que bello es Dios ¿verdad?” O “Mira como Dios creó este escarabajo” (en tono de emoción y asombro) no puedo más que llenarme de gozo y certeza de que este acercamiento está siendo un cultivo hacia el conocimiento de Dios y que un día resultará en su salvación por medio de la revelación de su Palabra, como dice la segunda parte del Salmo 19 “La ley del Señor es perfecta, que restaura el alma…”

“Los pájaros y las flores, los insectos y los hongos no son nuevos; pero los niños sí lo son, y es culpa de sus mayores si cada tesoro de la Naturaleza que descubren, no es un misterio de belleza para ser visto día a día con asombro y deleite indescriptibles.” PNEU. Por G. Dowton Hofed

Segunda razón: es la base y fundamento de otras áreas de estudio y de la vida.

“Consideremos por un momento qué entrenamiento inigualable está obteniendo el naturalista infantil para cualquier estudio o llamado: los poderes de atención y concentración, de discriminación y búsqueda paciente, creciendo en paralelo con su desarrollo, ¿No le servirá para siempre?” G. Dowton (PNEU)

Cuando llegué a esta cita, fue como si descubriera algo que siempre había estado allí, pero que nunca había visto. Y cómo no concordar con el hecho de que el observar con detenimiento una planta, una flor, el comportamiento de un insecto, o los cambios qué hay en un árbol a lo largo de las estaciones, se desarrolla en nuestros niños esos poderes de atención, concentración, discriminación y aún de paciencia como menciona el autor.

He sido sorprendida de muchos hallazgos de mi hijo en nuestras “caminatas de exploración” como el las llama, que mis ojos no perciben a primera vista, pero que en él es como si un sentido de detección estuviera siempre presente casi en cualquier lugar (aun en una plaza o supermercado está buscando algún bichito). 

Aunque no hemos llegado aún al tiempo de hacer lecciones formales en las diversas áreas de estudio, creo firmemente que la observación, el contacto y estudio de la naturaleza formará aquellos hábitos que han de ser fundamentales en el desarrollo de las habilidades necesarias no solo para el estudio, sino también para la vida de mi hijo. 

En su blog, Linda Fay señala este punto muy claramente: “El bono adicional de desarrollar este hábito de observar, es que se llevará a otras áreas de nuestra vida. El niño que ha aprendido a realmente observar los pelos de las patas de una abeja carpintera, o la pequeña red de ríos en la hoja del olmo, se volverá un mejor artista o matemático. Él también aprenderá a ver errores en una palabra o en una oración que escribió, o incluso, hacer menos errores porque ha aprendido a “atender.” Él comienza a notar las filas desiguales de un campo arado y los propósitos de hacerlo mejor. Él ahora ve que hay muchos tonos de verde … o azul. ¿Ves cómo el hábito de la atención puede agudizar el sentido de la belleza? ¿Cómo se enfoca su sentido del orden?”