LIBROS VIVOS
<< Las mejores ideas que ha generado el mundo están en los libros. >>
CHARLOTTE MASON
Libros vivos
La Educación Viva esta fundada a través de las palabras y la literatura
(DE MENTE A MENTE HACIA UNA FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN/ PÁG 158/ KAREN GLASS, TRADUCCIÓN SILVIA CACHIA )
Los hombres mueven el mundo, pero los motivos que mueven a los hombres son transmitidos por medio de palabras. Ahora bien, cada persona está limitada por el número de cosas que es capaz de nombrar y calificar con epítetos adecuados; no es una mera regla pedante, sino que pertenece al ministerio inexplicable que llamamos la naturaleza humana; y la noción moderna de educación, que promulga aquello de “cosas, no palabras”, es intrínsecamente desmoralizadora. La inteligencia humana pide letras y literatura con más intensidad que el cuerpo humano pide pan.
Charlotte Mason
Libros vivos
Libros vivos
Todo tipo de conocimiento puede ser expresado de modo literario
No dudo en decir que toda la instrucción de un niño debe transmitirse a través del mejor medio literario disponible. Sus libros de historia deben escribirse con la lucidez, la concentración, la convicción personal, franqueza y la admirable sencillez que caracteriza a una obra de calibre literario.
Lo mismo deberían hacer sus libros de geografía; el llamado método científico de enseñanza de la geografía ahora en boga está calculado para colocar al niño en una relación un tanto mojigata con la Madre Tierra; es imposible, también, que la inteligencia humana pueda asimilar las frases que se encuentran en muchos libros para niños, pero la memoria las retiene y se pone al niño en la falsa actitud de quien ofrece pseudoconocimientos. La mayoría de los libros de geografía, por ejemplo, requieren ser traducidos a términos literarios antes de que puedan ser aprehendidos. Se deposita gran confianza en la representación esquemática y pictórica, y es cierto que los niños disfrutan de los diagramas y los entienden como disfrutan y entienden los rompecabezas; pero es probable que haya en sus mentes un gran abismo entre el diagrama y el hecho que ilustra.
Confiamos mucho en las imágenes, las diapositivas de linterna, las pantallas cinematográficas; pero sin trabajo no hay ganancia, y probablemente las imágenes que nos quedan son las que primero concebimos por medio de las palabras; las imágenes pueden ayudarnos a corregir nuestras nociones, pero la imaginación no trabaja sobre una presentación visual; colocamos las frases de una descripción en nuestra paleta y hacemos nuestras propias imágenes; (las obras de arte pertenecen a otra categoría). (Vol.6, pág 340)
Nuestro «descubrimiento» radica en que los niños poseen una habilidad natural para la expresión literaria, la cual disfrutan al escuchar o leer, así como al contar o escribir. Este hecho podría haber sido reconocido hace mucho tiempo. Los relatos y las proezas de guerreros indómitos y gobernantes salvajes que los historiadores nos han legado, pero que los críticos han desestimado como retórica demasiado refinada para alguien que no esté altamente educado, nos aproximan al momento en que entenderemos que solo las mentes de los niños son capaces de producir pensamientos tan frescos y finamente expresados.
Esta capacidad natural para la literatura, o lo que podríamos llamar retórica, que supera las limitaciones de un vocabulario limitado sin esfuerzo alguno, debería orientar la forma en que impartimos instrucción, descartando la mera exposición oral y las conferencias, así como las antologías y los libros de texto. Deberíamos poner en manos de los niños libros de carácter literario, que sean concisos y vivos en su expresión. El deseo natural de conocimiento se encargará del resto, alimentando así el crecimiento intelectual de los niños. (Charlotte Mason, Vol. VI)
Por Yazmin Fuentes
entonces....
Los libros correctos tienen la capacidad de inspirar y mover las emociones. Pero eso nos hace preguntar, ¿cuáles son los libros correctos? … Me aventuro a proponer uno o dos principios en materia de libros escolares, y dejaré la parte mucho más difícil, la aplicación de esos principios, para el lector. Por ejemplo, creo que les debemos dejar a los niños cavar su conocimiento, de cualquier tema, por sí mismos y esto por dos razones: qué lo que el niño cava por sí mismo tiene valor y es para posesión propia; más lo que se vierte en su oído, como la canción ociosa de un cantante agradable, flota tan ligero como entró, y rara vez se asimila. Yo no quiero decir que la conferencia y la lección oral no son útiles; pero estos usos son, para dar impulso y para ordenar el conocimiento; y no para transmitir conocimiento. Nuevamente, como ya dije, las ideas deben llegarnos directamente de la mente del pensador, y es principalmente por medio de los libros que se han escrito que obtenemos el contacto con las mejores mentes. (Charlotte Mason)
"Lejos de ser una loca quimera de tu viejo abuelo, o un espectro motivado ideológicamente por algún culto, es casi imposible leer mucha historia – incluso en sus textos esterilizados – sin llegar a algo parecido a la formulación que te acabo de hacer. Solo por ese motivo, se han desalentado las lecturas difíciles en las escuelas; si lees demasiado, las historias oficiales se desgastan y se esfuman como el humo. Toda esta basura está justo en la superficie para que se vea, a menos que los textos irrelevantes y los trámites de la escolarización desvíen la atención. Horace Mann mismo dijo a sus patrones financieros que la escuela era “la mejor cárcel,” con lo que quería decir que, de la cárcel a la que sometes tu mente cuando vas a la escuela, es más difícil escapar que de las barras de hierro."
John taylor gatto, "armas de instrucción masiva".
Según John Taylor Gatto, un texto esterilizado es aquel que ha sido despojado de su vitalidad, autenticidad y relevancia cultural. Estos textos suelen ser simplificados y desprovistos de controversia, presentando una versión «segura» de la realidad que no desafía ni estimula el pensamiento crítico de los estudiantes. Gatto argumenta que los libros de texto esterilizados promueven la conformidad y la pasividad en lugar de fomentar la exploración, el debate y la verdadera comprensión del mundo que nos rodea.
«Tratemos a los niños de esta manera razonable, de mente a mente; no tanto de la mente del maestro a la del niño, -pues esto sería influirlos indebidamente – sino de las mentes de una veintena de pensadores que presentamos a los niños, mente a mente, a través de varios libros, con el maestro en su gentil labor de presentar entusiastamente una mente con la otra. De esta manera, los niños cubren una cantidad increíble de terreno en el tiempo que tienen a su disposición.»
Charlotte Mason