Filosofía Educativa
<< La educación es un ambiente, una disciplina, una vida. >>
Charlotte Mason
» Creemos que estos tres son los únicos instrumentos de los que podemos hacer un uso legítimo para la crianza de los hijos.»
«Las funciones de la educación se pueden definir en términos generales como dos: (a) la formación de hábitos; (b) la presentación de ideas. La primera depende más de lo que reconocemos de procesos fisiológicos. La segunda es puramente espiritual en origen, método y resultado».
Charlotte Mason
Volumen I Educación en el hogar
Código Educativo en los Evangelios
«Puede sorprender a los padres que no han prestado mucha atención al tema descubrir también un código de educación en los Evangelios, expresamente establecido por Cristo. Esta resumido en tres mandamientos, y los tres tienen un carácter negativo, como si lo principal que se exigiera de los adultos fuera que no hicieran ningún tipo de daño a los niños: Cuidaos de no OFENDER- no DESPRECIAR- no OBSTACULIZAR a uno de estos pequeños». «Porque si una vez establecemos con nosotros mismos lo que no podemos hacer, nos ayudará mucho a ver lo que podemos hacer, y debemos hacer.»
<< “De los tales es el reino de los cielos”. “A menos que seáis como niños pequeños, no entraréis en el reino de los cielos”. “¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?” “Y llamó a un niño y lo puso en medio de ellos”. He aquí la valoración divina de la condición del niño. Vale la pena que los padres reflexionen cada enunciado de los Evangelios sobre los niños, despojándose de la noción de que estos dichos son referentes, en primer lugar, a las personas adultas que se han convertido en niños pequeños. >>
Charlotte Mason, Vol. 1
Ofender a los niños
<< Los ofendemos, cuando hacemos por ellos lo que no debimos haber hecho; los despreciamos, cuando dejamos de hacer esas cosas que, por su bien, deberíamos haber hecho.
Los padres pueden ofender a sus hijos haciendo caso omiso de las leyes sanitarias. Así mismo la vida intelectual y moral del niño puede destruirse desde su origen por nuestra causa. >> Vol. 1
Menospreciar a los niños
<< El diccionario define menospreciar como desestimar y tener en poco; y, de hecho, por mucho que nos deleitemos en los niños, los adultos tenemos una opinión demasiado baja de ellos. Si la madre no mirara en menos a su hijo, ¿lo dejaría acaso en compañía de una persona sin preparación durante sus primeros años de vida, cuando toda su naturaleza, tal como el lente sensible del fotógrafo, está recibiendo impresiones indelebles a cada momento? >> Vol.1
obstaculizar a los niños
<< La forma más fatal de menospreciar a los niños se encuentra en la tercera ley educativa de los Evangelios, y consiste en pasar por alto y tomar a la ligera la relación natural del niño con Dios todopoderoso. “Dejad a los niños venid a mí”, dice el Salvador, como si fuera algo natural para los niños, lo que ellos hacen cuando sus mayores no se lo impiden.>> Vol.1
VOLUMEN I EDUCACIÓN EN EL HOGAR
El método de toda educación debe ser regulado bajo la pauta de una LEY.
«(…) toda seguridad, progreso y éxito en la vida proviene de la obediencia a la ley, a las leyes de las ciencias mentales, morales o físicas, o a aquella ciencia espiritual que la Biblia presenta; que es posible comprender las leyes y obedecer las leyes sin reconocer al Dador de la ley, y que quienes comprenden y obedecen cualquier ley divina heredan la bendición que procede de la obediencia, independientemente de su actitud hacia el Dador de la ley, igual que el hombre se abriga al calor del sol abrazador, aunque cierre sus ojos y se niegue a mirar el sol.» Vol.1, Parte VII
LEYES Y PRINCIPIOS
<< Se ha dicho que la mejor idea que podemos formarnos de la verdad absoluta es que es viable cumplir todas las condiciones por las que puede ser probada. Esto es lo que debemos esperar de nuestra ley: que satisfaga todas las pruebas de experimentación y todas las pruebas de investigación racional. >> Vol.2
<< Mi esfuerzo en éste y en los siguientes volúmenes de la serie será esbozar a grandes rasgos un método educativo que, basándose en el fundamento de la ley natural, pueda esperar, sin jactancia, heredar la bendición divina. Cualquier borrador que yo pueda ofrecer en esta breve brújula está obligado a ser muy imperfecto y muy incompleto; pero un trazado por aquí y otro por allá pueden ser suficientes para dar a los padres inteligentes líneas de pensamiento provechosas en relación con la educación de sus hijos. >> Vol.1
La base de pensamiento unificadora descansa sobre la premisa de que el niño es persona, con todas las posibilidades y capacidades incluidos en su personalidad. VOL.2
¿método o sistema?
<< Sostenemos que cosas importantes, como la naturaleza, la vida y la educación, están «encerradas, confinadas» cuando se sistematizan en exceso. Tenemos un método de educación, es cierto, pero este método no es más que un camino hacia un fin, y es tan libre, flexible y adaptable como la propia Naturaleza. El método sigue algunas leyes fundamentales según las cuales los detalles se ajustan naturalmente, de la misma manera en que uno ajusta su comportamiento al reconocer la ley de que el fuego quema. En contraste, el sistema cuenta con innumerables reglas e instrucciones sobre lo que se debe hacer y cómo se debe hacer. El método educativo sigue humildemente a la Naturaleza, se aparta y le concede espacio. >>
Charlotte Mason, Volumen 2
Citas extraídas Vol. 1 de Serie educativa Charlotte Mason. Traducción de María Elena Ortiz / Johanna Pérez Ray.
20 Principios Educativos
«Lo que se nos da en esta vida son principios: principios amplios y trascendentes que nos dan un marco para ordenar nuestra conducta, nuestra crianza de los hijos y nuestros esfuerzos educativos. La señorita Mason nos dice que hay unos pocos (sólo unos pocos) principios trascendentes que, si los respetamos, darán forma a nuestros esfuerzos educativos y tenderán a lograr resultados saludables.»
Karen Glass
Principios Explicados
«Los niños nacen personas». A primera vista, puede parecer una afirmación obvia para aquellos que se adentran en la pedagogía con expectativas radicales, pero su significado es mucho más profundo de lo que parece.<br>
En su esencia, esta afirmación implica atribuirles a los niños una dignidad inherentemente divina. Al ser creados a imagen y semejanza de Dios, se revela una necesidad que trasciende las limitaciones impuestas por un enfoque educativo puramente institucional. Se trata de una educación que abarca la totalidad del ser humano: que reconoce su origen, educándolo para el presente y el futuro, así como para la eternidad.<br>
Los niños poseen capacidades innatas, integradas en su ser desde el momento de su nacimiento. A través de estas capacidades, adquieren conocimiento y establecen relaciones de manera natural y personal.
¿𝗤𝘂𝗲́ 𝗰𝗮𝗺𝗯𝗶𝗼𝘀 𝘀𝗲 𝘃𝗶𝘀𝘂𝗮𝗹𝗶𝘇𝗮𝗿𝗼𝗻 𝗲𝗻 𝗺𝗶 𝗵𝗼𝗴𝗮𝗿 𝗱𝗲𝘀𝗽𝘂𝗲́𝘀 𝗱𝗲 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗴𝗿𝗮𝗿 𝗲𝘀𝘁𝗲 𝗽𝗿𝗶𝗻𝗰𝗶𝗽𝗶𝗼? Creo que si puedo describir con dos palabras que cambió en mi pensamiento y práctica después de esto serían: 𝗜𝗻𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝘆 𝗖𝗼𝗻𝗳𝗶𝗮𝗻𝘇𝗮. La 𝗜𝗻𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 para cultivar las afinidades de mis hijos, especialmente hacia Dios y su propósito, que definitivamente les confiere significado a sus vidas. La 𝗖𝗼𝗻𝗳𝗶𝗮𝗻𝘇𝗮 que me permitió respetar sus ritmos de aprendizaje, sus formas de absorber el conocimiento y sus relaciones con él, evitando imponer elementos que no enriquezcan su carácter.
«El niño es una persona en la que están presentes todas las posibilidades – presentes ahora, en este mismo momento – no para ser educado después de años y múltiples esfuerzos por parte del educador; pero en verdad es una cosa mayor dirigir y utilizar esta riqueza de poder espiritual que desarrollar las llamadas facultades del niño. Nunca se insistirá bastante en que nuestra educación de los niños dependerá, nolens volens (y negarse a voluntariamente), de la concepción que nos formemos de ellos. Si los consideramos como instrumentos aptos y capaces para llevar a cabo el propósito divino en el progreso del mundo, nos esforzaremos por discernir los signos de los tiempos, percibir en qué direcciones estamos siendo conducidos, y preparar a los niños para llevar adelante la obra del mundo, dándoles ideas vitalizadoras, concernientes, al menos, a algunos departamentos de esa obra.» Charlotte Mason, Vol. 2 Cap. 24
Me atrevo a decir que este principio resuena como alerta para aquellos que estamos convencidos del pecado original, pues sabemos que la humanidad hereda la naturaleza pecaminosa de Adán y Eva a través de la desobediencia original en el Jardín del Edén. Si puede existir una acusación a la propuesta educativa de Charlotte Mason, me atrevo a decir que es por una comprensión inexacta de este principio.
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Imagínate vivir en la Época Victoriana, cambiante en concepciones religiosas, psicológicas y filosóficas que impactaban directamente sobre los métodos educativos. Si algo me puede resonar es la frase empleada por la Srita. Mason “𝗩𝗶𝘃𝗶𝗺𝗼𝘀 𝗽𝗼𝗿 𝗹𝗮 𝗲𝘀𝗽𝗲𝗿𝗮𝗻𝘇𝗮”. ¿Cómo afectaría el trato del niño pensar en la fatalidad de su destino bajo la premisa de ser una criatura caída, incapaz de hacer el bien y condenada a la destrucción, considerando además dos factores que anticipaban su destino: su herencia y su posición social y económica? 𝑬𝒏𝒕𝒐𝒏𝒄𝒆𝒔 𝑷𝒆𝒅𝒓𝒐, 𝒂𝒃𝒓𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒍𝒂 𝒃𝒐𝒄𝒂, 𝒅𝒊𝒋𝒐: 𝑬𝒏 𝒗𝒆𝒓𝒅𝒂𝒅 𝒄𝒐𝒎𝒑𝒓𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝑫𝒊𝒐𝒔 𝒏𝒐 𝒉𝒂𝒄𝒆 𝒂𝒄𝒆𝒑𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒅𝒆 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒔, 𝒔𝒊𝒏𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒏 𝒕𝒐𝒅𝒂 𝒏𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒔𝒆 𝒂𝒈𝒓𝒂𝒅𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒒𝒖𝒆 𝒍𝒆 𝒕𝒆𝒎𝒆 𝒚 𝒉𝒂𝒄𝒆 𝒋𝒖𝒔𝒕𝒊𝒄𝒊𝒂.
𝑯𝒆𝒄𝒉𝒐𝒔 𝟏𝟎:𝟑𝟒-𝟒𝟖
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Charlotte Mason no negó la existencia del pecado ni la necesidad de la gracia divina para la redención espiritual, pero su enfoque fue en esencia educativo, se centró en la responsabilidad humana y en la importancia de la educación como medio para cultivar virtudes y valores morales en los individuos.
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Como educadores, reconocemos la existencia de una naturaleza pecaminosa en el niño. Sin embargo, también asumimos la responsabilidad de guiarlos, corregirlos y fomentar su crecimiento moral y ético, siguiendo la exhortación de Efesios 6:2 «𝒀 𝒗𝒐𝒔𝒐𝒕𝒓𝒐𝒔, 𝒑𝒂𝒅𝒓𝒆𝒔, 𝒏𝒐 𝒑𝒓𝒐𝒗𝒐𝒒𝒖𝒆́𝒊𝒔 𝒂 𝒊𝒓𝒂 𝒂 𝒗𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐𝒔 𝒉𝒊𝒋𝒐𝒔, 𝒔𝒊𝒏𝒐 𝒄𝒓𝒊𝒂𝒅𝒍𝒐𝒔 𝒆𝒏 𝒅𝒊𝒔𝒄𝒊𝒑𝒍𝒊𝒏𝒂 𝒚 𝒂𝒎𝒐𝒏𝒆𝒔𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒅𝒆𝒍 𝑺𝒆𝒏̃𝒐𝒓». A través de la educación, los padres buscamos ayudarles a reconocer el pecado, a discernir la verdad y rechazar falacias, a cultivar su conciencia, y a ser sensibles y conscientes de su condición caída y su necesidad de un Salvador. Aunque la responsabilidad humana no implica salvarse por voluntad propia, ya que el hombre está incapacitado para lograr la salvación por sus propios medios, 𝘀𝗶́ 𝗰𝗼𝗻𝗹𝗹𝗲𝘃𝗮 𝗹𝗮 𝗰𝗮𝗽𝗮𝗰𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗱𝗲 𝘁𝗼𝗺𝗮𝗿 𝗱𝗲𝗰𝗶𝘀𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗺𝗼𝗿𝗮𝗹𝗲𝘀 𝘆 𝗲𝘀𝗽𝗶𝗿𝗶𝘁𝘂𝗮𝗹𝗲𝘀, 𝗮𝘀𝗶́ 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗲𝗻𝗳𝗿𝗲𝗻𝘁𝗮𝗿 𝗹𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻𝘀𝗲𝗰𝘂𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝘀𝘂𝘀 𝗮𝗰𝘁𝗼𝘀 𝗮 𝗹𝗼 𝗹𝗮𝗿𝗴𝗼 𝗱𝗲 𝘀𝘂 𝘃𝗶𝗱𝗮. En las Escrituras encontramos ejemplos de personas que optan tanto por el bien como por el mal, siendo responsables ante Dios por sus acciones.
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Su propuesta se basa en reconocer la importancia de nutrir las inclinaciones positivas de los seres humanos, mientras se mantiene una perspectiva de dependencia de la gracia divina para la transformación y la salvación. La educación se considera un medio a través del cual la gracia divina puede obrar en la vida de los estudiantes, guiándolos hacia una vida virtuosa y una relación más profunda con Dios.
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𝟔 𝑷𝒐𝒓𝒒𝒖𝒆 𝑱𝒆𝒉𝒐𝒗𝒂́ 𝒅𝒂 𝒍𝒂 𝒔𝒂𝒃𝒊𝒅𝒖𝒓𝒊́𝒂,
𝒀 𝒅𝒆 𝒔𝒖 𝒃𝒐𝒄𝒂 𝒗𝒊𝒆𝒏𝒆 𝒆𝒍 𝒄𝒐𝒏𝒐𝒄𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒚 𝒍𝒂 𝒊𝒏𝒕𝒆𝒍𝒊𝒈𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂.
…
𝟐𝟎 𝑷𝒐𝒓 𝒕𝒂𝒏𝒕𝒐, 𝒂𝒏𝒅𝒂 𝒑𝒐𝒓 𝒆𝒍 𝒄𝒂𝒎𝒊𝒏𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒃𝒖𝒆𝒏𝒐𝒔,
𝒀 𝒔𝒊𝒈𝒖𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒗𝒆𝒓𝒆𝒅𝒂𝒔 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒋𝒖𝒔𝒕𝒐𝒔.
𝟐𝟏 𝑷𝒐𝒓𝒒𝒖𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒓𝒆𝒄𝒕𝒐𝒔 𝒉𝒂𝒃𝒊𝒕𝒂𝒓𝒂́𝒏 𝒍𝒂 𝒕𝒊𝒆𝒓𝒓𝒂,
𝒀 𝒍𝒐𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒇𝒆𝒄𝒕𝒐𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏𝒆𝒄𝒆𝒓𝒂́𝒏 𝒆𝒏 𝒆𝒍𝒍𝒂;
𝑷𝒓𝒐𝒗𝒆𝒓𝒃𝒊𝒐𝒔 𝟐
Dos principios que se sujetan de la mano para conducirnos a una interesante y necesaria reflexión: La importancia de la Autoridad y la Obediencia como parte fundamental de las relaciones humanas, especialmente en el contexto de la crianza y educación.
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“𝘌𝘭 𝘰𝘳𝘥𝘦𝘯 𝘦𝘴 𝘭𝘢 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘢 𝘭𝘦𝘺 𝘥𝘦𝘭 𝘤𝘪𝘦𝘭𝘰 𝘺 𝘦𝘭 𝘰𝘳𝘥𝘦𝘯 𝘦𝘴 𝘦𝘭 𝘳𝘦𝘴𝘶𝘭𝘵𝘢𝘥𝘰 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘢𝘶𝘵𝘰𝘳𝘪𝘥𝘢𝘥.» 𝘊𝘩𝘢𝘳𝘭𝘰𝘵𝘵𝘦 𝘔𝘢𝘴𝘰𝘯
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Somos parte del orden divino al establecer nuestros roles de autoridad en casa, y nuestros hijos lo son también al mostrarse obedientes a la autoridad.
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𝘏𝘪𝘫𝘰𝘴, 𝘰𝘣𝘦𝘥𝘦𝘻𝘤𝘢𝘯 𝘢 𝘴𝘶𝘴 𝘱𝘢𝘥𝘳𝘦𝘴 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘢𝘨𝘳𝘢𝘥𝘢 𝘢𝘭 𝘚𝘦𝘯̃𝘰𝘳, 𝘱𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘰 𝘦𝘴 𝘫𝘶𝘴𝘵𝘰. 𝘌𝘭 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳 𝘮𝘢𝘯𝘥𝘢𝘮𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦 𝘶𝘯𝘢 𝘱𝘳𝘰𝘮𝘦𝘴𝘢 𝘦𝘴 𝘦́𝘴𝘵𝘦: «𝘏𝘰𝘯𝘳𝘢 𝘢 𝘵𝘶 𝘱𝘢𝘥𝘳𝘦 𝘺 𝘢 𝘵𝘶 𝘮𝘢𝘥𝘳𝘦, 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘦𝘢𝘴 𝘧𝘦𝘭𝘪𝘻 𝘺 𝘷𝘪𝘷𝘢𝘴 𝘶𝘯𝘢 𝘭𝘢𝘳𝘨𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘵𝘪𝘦𝘳𝘳𝘢. 𝘌𝘧𝘦𝘴𝘪𝘰𝘴 𝟨:𝟣-𝟥
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Pero ambos principios nos invitan a considerar que los niños son seres con personalidad propia y con una dignidad inherente. Que nuestro trato y autoridad deben mostrarse respetuosos y sensibles en su aplicación.
✍️Debemos tener cuidado de 𝐧𝐨 𝐮𝐬𝐚𝐫 𝐞𝐥 𝐦𝐢𝐞𝐝𝐨 para conseguir su obediencia, los límites deben estar marcados por la ley moral de Dios, que es superior a nosotros. «𝘓𝘢 𝘢𝘶𝘵𝘰𝘳𝘪𝘥𝘢𝘥 𝘧𝘶𝘯𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢 𝘱𝘰𝘳 𝘱𝘳𝘪𝘯𝘤𝘪𝘱𝘪𝘰𝘴, 𝘯𝘰 𝘱𝘰𝘳 𝘳𝘦𝘨𝘭𝘢𝘴» 𝘊𝘩𝘢𝘳𝘭𝘰𝘵𝘵𝘦 𝘔𝘢𝘴𝘰𝘯, 𝘝𝘰𝘭.𝘐𝘐𝘐
✍️𝗖𝗼𝗻𝗱𝗶𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝗮𝗳𝗲𝗰𝘁𝗼 𝗵𝗮𝘀𝘁𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗵𝗮𝘆𝗮 𝗼𝗯𝗲𝗱𝗶𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮, al decir cosas como «Te quiero solo si te portas bien» …»𝑈𝑛 𝑛𝑖𝑛̃𝑜 𝑛𝑜 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒 𝑡𝑒𝑛𝑒𝑟 𝑢𝑛 𝑠𝑒𝑛𝑡𝑖𝑑𝑜 𝑑𝑢𝑟𝑎𝑑𝑒𝑟𝑜 𝑑𝑒𝑙 𝑑𝑒𝑏𝑒𝑟 ℎ𝑎𝑠𝑡𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑒𝑛 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑎𝑐𝑡𝑜 𝑐𝑜𝑛 𝑢𝑛𝑎 𝐴𝑢𝑡𝑜𝑟𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑆𝑢𝑝𝑟𝑒𝑚𝑎, 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠 𝑙𝑎 𝑓𝑢𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑙𝑒𝑦 𝑦 𝑐𝑢𝑦𝑜 𝑎𝑔𝑟𝑎𝑑𝑜 𝑐𝑜𝑛𝑣𝑖𝑒𝑟𝑡𝑒 𝑒𝑙 𝑑𝑒𝑏𝑒𝑟 𝑒𝑛 𝑎𝑙𝑒𝑔𝑟𝑖́𝑎. » 𝐶ℎ𝑎𝑟𝑙𝑜𝑡𝑡𝑒 𝑀𝑎𝑠𝑜𝑛, 𝑉𝑜𝑙.𝐼𝐼𝐼
✍️𝐈𝐦𝐩𝐨𝐧𝐞𝐫 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐢𝐝𝐞𝐚𝐬 𝐚𝐥 𝐧𝐢𝐧̃𝐨 para que tome ciertas decisiones o se comporte de cierta manera, sin que este desarrolle su propia autonomía y criterio. «𝑃𝑜𝑟 𝑙𝑜 𝑡𝑎𝑛𝑡𝑜, 𝑠𝑒 𝑑𝑒𝑏𝑒 𝑒𝑛𝑠𝑒𝑛̃𝑎𝑟 𝑎 𝑙𝑜𝑠 𝑛𝑖𝑛̃𝑜𝑠, 𝑎 𝑚𝑒𝑑𝑖𝑑𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑎𝑙𝑐𝑎𝑛𝑧𝑎𝑛 𝑙𝑎 𝑚𝑎𝑑𝑢𝑟𝑒𝑧 𝑠𝑢𝑓𝑖𝑐𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑐𝑜𝑚𝑝𝑟𝑒𝑛𝑑𝑒𝑟 𝑡𝑎𝑙 𝑒𝑛𝑠𝑒𝑛̃𝑎𝑛𝑧𝑎, 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑎 𝑝𝑟𝑖𝑛𝑐𝑖𝑝𝑎𝑙 𝑟𝑒𝑠𝑝𝑜𝑛𝑠𝑎𝑏𝑖𝑙𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑞𝑢𝑒 𝑟𝑒𝑐𝑎𝑒 𝑠𝑜𝑏𝑟𝑒 𝑒𝑙𝑙𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑠 𝑒𝑠 𝑙𝑎 𝑎𝑐𝑒𝑝𝑡𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑜 𝑒𝑙 𝑟𝑒𝑐ℎ𝑎𝑧𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑎𝑠 𝑖𝑑𝑒𝑎𝑠. 𝑃𝑎𝑟𝑎 𝑎𝑦𝑢𝑑𝑎𝑟𝑙𝑜𝑠 𝑒𝑛 𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑒𝑙𝑒𝑐𝑐𝑖𝑜́𝑛, 𝑙𝑒𝑠 𝑑𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑝𝑟𝑖𝑛𝑐𝑖𝑝𝑖𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑑𝑢𝑐𝑡𝑎 𝑦 𝑢𝑛𝑎 𝑎𝑚𝑝𝑙𝑖𝑎 𝑔𝑎𝑚𝑎 𝑑𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑜𝑐𝑖𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜𝑠 𝑎𝑑𝑒𝑐𝑢𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑒𝑙𝑙𝑜𝑠.» 𝐶ℎ𝑎𝑟𝑙𝑜𝑡𝑡𝑒 𝑀𝑎𝑠𝑜𝑛
✍️No debemos manipular sus deseos naturales para obtener su obediencia, ignorar sus intereses, sentimientos y opiniones, ni utilizar chantajes y amenazas que comprometan su dignidad, autonomía y bienestar emocional. Es nuestro deber, nuestro llamado y nuestro oficio principal, ser buenos representantes de Dios en la vida de nuestros hijos.
«𝐋𝐚 𝐨𝐛𝐞𝐝𝐢𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐞𝐬 𝐚𝐛𝐬𝐨𝐥𝐮𝐭𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐞𝐬𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚𝐥 𝐩𝐚𝐫𝐚
𝐞𝐥 𝐛𝐮𝐞𝐧 𝐠𝐨𝐛𝐢𝐞𝐫𝐧𝐨 𝐝𝐞 𝐭𝐨𝐝𝐚 𝐟𝐚𝐦𝐢𝐥𝐢𝐚.» 𝐉𝐨𝐡𝐧 𝐒.𝐂. 𝐀𝐛𝐛𝐨𝐭𝐭
En el volumen II «𝘗𝘢𝘥𝘳𝘦𝘴 𝘦 𝘏𝘪𝘫𝘰𝘴» de la reformadora educativa Charlotte Mason, encontramos varias referencias al autor Mathew Arnold, quién consiguiera definir acertadamente lo que entendemos por educación, ya que la palabra, en su sentido gramatical original, se queda corta en relación con lo que debiera ser.
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Él dijo: «𝗟𝗮 𝗲𝗱𝘂𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗲𝘀 𝘂𝗻 𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲, 𝘂𝗻𝗮 𝗱𝗶𝘀𝗰𝗶𝗽𝗹𝗶𝗻𝗮, 𝘂𝗻𝗮 𝘃𝗶𝗱𝗮», cita compatible con el pensamiento de Charlotte Mason, quien consiguió desarrollarla, a lo largo de sus volúmenes, para mostrar que la educación debe nutrir todas las facetas del niño, algo que desde luego tiene resonancia con los actuales y no tan actuales descubrimientos sobre el comportamiento de la mente.
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«𝗢𝗯𝘀𝗲𝗿𝘃𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗰𝗼́𝗺𝗼 (𝘔𝘢𝘵𝘩𝘦𝘸 𝘈𝘳𝘯𝘰𝘭𝘥) 𝗮𝗯𝗼𝗿𝗱𝗮 𝗹𝗮 𝗰𝘂𝗲𝘀𝘁𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲𝘀𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝘁𝗿𝗲𝘀 𝗽𝘂𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝘃𝗶𝘀𝘁𝗮 𝗰𝗼𝗻𝗰𝗲𝗯𝗶𝗯𝗹𝗲𝘀. 𝗦𝘂𝗯𝗷𝗲𝘁𝗶𝘃𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲, 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗻𝗶𝗻̃𝗼, 𝗹𝗮 𝗲𝗱𝘂𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗲𝘀 𝘂𝗻𝗮 𝘃𝗶𝗱𝗮; 𝗼𝗯𝗷𝗲𝘁𝗶𝘃𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲, 𝗲𝗻 𝘀𝘂 𝗶𝗺𝗽𝗮𝗰𝘁𝗼 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗻𝗶𝗻̃𝗼, 𝗹𝗮 𝗲𝗱𝘂𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗲𝘀 𝘂𝗻𝗮 𝗱𝗶𝘀𝗰𝗶𝗽𝗹𝗶𝗻𝗮; 𝘆 𝗲𝗻 𝗿𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹 𝗲𝗻𝘁𝗼𝗿𝗻𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗻𝗶𝗻̃𝗼, 𝗹𝗮 𝗲𝗱𝘂𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗲𝘀 𝘂𝗻𝗮 𝗮𝘁𝗺𝗼́𝘀𝗳𝗲𝗿𝗮.» 𝗖𝗵𝗮𝗿𝗹𝗼𝘁𝘁𝗲 𝗠𝗮𝘀𝗼𝗻.
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LA EDUCACIÓN COMO UNA ATMÓSFERA (AMBIENTE). 𝗘𝗻 𝗿𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹 𝗲𝗻𝘁𝗼𝗿𝗻𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗻𝗶𝗻̃𝗼. Esta atmósfera rodea al niño: su hogar, su comunidad, su cultura, e influye directamente sobre la forma en que el niño percibe el mundo, formando con ello su propia identidad. Ella proponía que el ambiente debía estar compuesto de belleza, virtud y verdad. «¿𝗖𝗼́𝗺𝗼 𝘀𝗲 𝗶𝗺𝗽𝗮𝗿𝘁𝗶𝗿𝗮́𝗻 𝗲𝘀𝘁𝗮𝘀 𝗶𝗱𝗲𝗮𝘀 𝗶𝗻𝗱𝗲𝗳𝗶𝗻𝗶𝗱𝗮𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲 𝗺𝗮𝗻𝗶𝗳𝗶𝗲𝘀𝘁𝗮𝗻 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗮𝗽𝗲𝘁𝗶𝘁𝗼? 𝗡𝗼 𝗱𝗲𝗯𝗲𝗻 𝗱𝗮𝗿𝘀𝗲 𝗰𝗼𝗻 𝘂𝗻 𝗽𝗿𝗼𝗽𝗼́𝘀𝗶𝘁𝗼 𝗱𝗲𝘁𝗲𝗿𝗺𝗶𝗻𝗮𝗱𝗼, 𝗻𝗶 𝘁𝗼𝗺𝗮𝗿𝘀𝗲 𝗲𝗻 𝗺𝗼𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗱𝗲𝘁𝗲𝗿𝗺𝗶𝗻𝗮𝗱𝗼𝘀. 𝗦𝗲 𝗺𝗮𝗻𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲𝗻 𝗲𝗻 𝗲𝘀𝗲 𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗽𝗲𝗻𝘀𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗿𝗼𝗱𝗲𝗮 𝗮𝗹 𝗻𝗶𝗻̃𝗼 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘂𝗻𝗮 𝗮𝘁𝗺𝗼́𝘀𝗳𝗲𝗿𝗮, 𝗾𝘂𝗲 𝗲́𝗹 𝗿𝗲𝘀𝗽𝗶𝗿𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘀𝘂 𝗮𝗹𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝘃𝗶𝗱𝗮; 𝘆 𝗲𝘀𝘁𝗮 𝗮𝘁𝗺𝗼́𝘀𝗳𝗲𝗿𝗮 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝗻𝗶𝗻̃𝗼 𝗶𝗻𝘀𝗽𝗶𝗿𝗮 𝘀𝘂𝘀 𝗶𝗱𝗲𝗮𝘀 𝗶𝗻𝗰𝗼𝗻𝘀𝗰𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝘃𝗶𝘃𝗶𝗿 𝗯𝗶𝗲𝗻, 𝗲𝗺𝗮𝗻𝗮 𝗱𝗲 𝘀𝘂𝘀 𝗽𝗮𝗱𝗿𝗲𝘀. 𝗖𝗮𝗱𝗮 𝗺𝗶𝗿𝗮𝗱𝗮 𝗱𝗲 𝗱𝘂𝗹𝘇𝘂𝗿𝗮 𝘆 𝘁𝗼𝗻𝗼 𝗱𝗲 𝗿𝗲𝘃𝗲𝗿𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮, 𝗰𝗮𝗱𝗮 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮 𝗱𝗲 𝗯𝗼𝗻𝗱𝗮𝗱 𝘆 𝗮𝗰𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗮𝘆𝘂𝗱𝗮, 𝗽𝗮𝘀𝗮 𝗮𝗹 𝗲𝗻𝘁𝗼𝗿𝗻𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗽𝗲𝗻𝘀𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼, 𝗹𝗮 𝗮𝘁𝗺𝗼́𝘀𝗳𝗲𝗿𝗮 𝗺𝗶𝘀𝗺𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗿𝗲𝘀𝗽𝗶𝗿𝗮 𝗲𝗹 𝗻𝗶𝗻̃𝗼; 𝗲́𝗹 𝗻𝗼 𝗽𝗶𝗲𝗻𝘀𝗮 𝗲𝗻 𝗲𝘀𝘁𝗮𝘀 𝗰𝗼𝘀𝗮𝘀, 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝘂𝗻𝗰𝗮 𝗽𝗶𝗲𝗻𝘀𝗲 𝗲𝗻 𝗲𝗹𝗹𝗮𝘀, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗱𝘂𝗿𝗮𝗻𝘁𝗲 𝘁𝗼𝗱𝗮 𝘀𝘂 𝘃𝗶𝗱𝗮 𝗲𝘅𝗰𝗶𝘁𝗮𝗻 𝗲𝘀𝗮 «𝘃𝗮𝗴𝗮 𝗮𝗽𝗲𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗽𝗼𝗿 𝗮𝗹𝗴𝗼» 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗯𝗿𝗼𝘁𝗮𝗻 𝗹𝗮 𝗺𝗮𝘆𝗼𝗿𝗶́𝗮 𝗱𝗲 𝘀𝘂𝘀 𝗮𝗰𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀.» 𝗖𝗵𝗮𝗿𝗹𝗼𝘁𝘁𝗲 𝗠𝗮𝘀𝗼𝗻, (𝗩𝗢𝗟. 𝟮, 𝗣𝗔́𝗚 𝟯𝟲)
Es lamentable pensar en una escolarización que se aleja de entender que la «𝗘𝗱𝘂𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗲𝘀 𝘂𝗻 𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲», que este ambiente que rodea y envuelve a niño tiene los componentes necesarios para su educación.
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La tendencia continúa siendo la misma: encerrar a los niños en entornos cuidadosamente controlados que ahogan sus posibilidades de interactuar de forma orgánica con las experiencias reales de la vida.
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En ese tipo de entorno, los niños corren el riesgo de ver severamente afectadas sus capacidades y potencial de crecimiento, al privárseles de la riqueza existente en su contexto: hogar, comunidad, la naturaleza que lo rodea y las interacciones con las personas que lo cuidan y lo rodean.
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Ahora somos conscientes de que un ambiente fabricado artificialmente resulta en empobrecimiento cognitivo, emocional y social que tendrá desde luego consecuencias en la comprensión que el niño tiene sobre el mundo en el que vive.
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Estoy convencida de que este principio nos insta a reflexionar sobre lo verdaderamente fundamental: los recursos educativos para los niños ya se encuentran a su disposición en su entorno. ¿Cómo podemos aplicar este principio de forma eficaz sin caer en la simplificación que no busca enriquecer o en la rigidez que se conforma con seguir algunas reglas específicas en la educación?
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<< 𝗦𝗼𝘀𝘁𝗲𝗻𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗰𝗼𝘀𝗮𝘀 𝗶𝗺𝗽𝗼𝗿𝘁𝗮𝗻𝘁𝗲𝘀, 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗹𝗮 𝗻𝗮𝘁𝘂𝗿𝗮𝗹𝗲𝘇𝗮, 𝗹𝗮 𝘃𝗶𝗱𝗮 𝘆 𝗹𝗮 𝗲𝗱𝘂𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻, 𝗲𝘀𝘁𝗮́𝗻 «𝗲𝗻𝗰𝗲𝗿𝗿𝗮𝗱𝗮𝘀, 𝗰𝗼𝗻𝗳𝗶𝗻𝗮𝗱𝗮𝘀» 𝗰𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝘀𝗲 𝘀𝗶𝘀𝘁𝗲𝗺𝗮𝘁𝗶𝘇𝗮𝗻 𝗲𝗻 𝗲𝘅𝗰𝗲𝘀𝗼. 𝗧𝗲𝗻𝗲𝗺𝗼𝘀 𝘂𝗻 𝗺𝗲́𝘁𝗼𝗱𝗼 𝗱𝗲 𝗲𝗱𝘂𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻, 𝗲𝘀 𝗰𝗶𝗲𝗿𝘁𝗼, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗲𝘀𝘁𝗲 𝗺𝗲́𝘁𝗼𝗱𝗼 𝗻𝗼 𝗲𝘀 𝗺𝗮́𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝘂𝗻 𝗰𝗮𝗺𝗶𝗻𝗼 𝗵𝗮𝗰𝗶𝗮 𝘂𝗻 𝗳𝗶𝗻, 𝘆 𝗲𝘀 𝘁𝗮𝗻 𝗹𝗶𝗯𝗿𝗲, 𝗳𝗹𝗲𝘅𝗶𝗯𝗹𝗲 𝘆 𝗮𝗱𝗮𝗽𝘁𝗮𝗯𝗹𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗹𝗮 𝗽𝗿𝗼𝗽𝗶𝗮 𝗡𝗮𝘁𝘂𝗿𝗮𝗹𝗲𝘇𝗮. 𝗘𝗹 𝗺𝗲́𝘁𝗼𝗱𝗼 𝘀𝗶𝗴𝘂𝗲 𝗮𝗹𝗴𝘂𝗻𝗮𝘀 𝗹𝗲𝘆𝗲𝘀 𝗳𝘂𝗻𝗱𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮𝗹𝗲𝘀 𝘀𝗲𝗴𝘂́𝗻 𝗹𝗮𝘀 𝗰𝘂𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗹𝗼𝘀 𝗱𝗲𝘁𝗮𝗹𝗹𝗲𝘀 𝘀𝗲 𝗮𝗷𝘂𝘀𝘁𝗮𝗻 𝗻𝗮𝘁𝘂𝗿𝗮𝗹𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲, 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗺𝗶𝘀𝗺𝗮 𝗺𝗮𝗻𝗲𝗿𝗮 𝗲𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝘂𝗻𝗼 𝗮𝗷𝘂𝘀𝘁𝗮 𝘀𝘂 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗼𝗿𝘁𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗮𝗹 𝗿𝗲𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗲𝗿 𝗹𝗮 𝗹𝗲𝘆 𝗱𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝗳𝘂𝗲𝗴𝗼 𝗾𝘂𝗲𝗺𝗮. 𝗘𝗻 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗮𝘀𝘁𝗲, 𝗲𝗹 𝘀𝗶𝘀𝘁𝗲𝗺𝗮 𝗰𝘂𝗲𝗻𝘁𝗮 𝗰𝗼𝗻 𝗶𝗻𝗻𝘂𝗺𝗲𝗿𝗮𝗯𝗹𝗲𝘀 𝗿𝗲𝗴𝗹𝗮𝘀 𝗲 𝗶𝗻𝘀𝘁𝗿𝘂𝗰𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗲 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲 𝗱𝗲𝗯𝗲 𝗵𝗮𝗰𝗲𝗿 𝘆 𝗰𝗼́𝗺𝗼 𝘀𝗲 𝗱𝗲𝗯𝗲 𝗵𝗮𝗰𝗲𝗿. 𝗘𝗹 𝗺𝗲́𝘁𝗼𝗱𝗼 𝗲𝗱𝘂𝗰𝗮𝘁𝗶𝘃𝗼 𝘀𝗶𝗴𝘂𝗲 𝗵𝘂𝗺𝗶𝗹𝗱𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗮 𝗹𝗮 𝗡𝗮𝘁𝘂𝗿𝗮𝗹𝗲𝘇𝗮, 𝘀𝗲 𝗮𝗽𝗮𝗿𝘁𝗮 𝘆 𝗹𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗰𝗲𝗱𝗲 𝗲𝘀𝗽𝗮𝗰𝗶𝗼. >>
𝗖𝗵𝗮𝗿𝗹𝗼𝘁𝘁𝗲 𝗠𝗮𝘀𝗼𝗻, 𝗩𝗼𝗹𝘂𝗺𝗲𝗻 𝗜𝗜
«𝗘𝗹 𝗵𝗲𝗰𝗵𝗼 𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗺𝘂𝗰𝗵𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗻𝗼𝘀𝗼𝘁𝗿𝗼𝘀 𝗻𝗼 𝗰𝗿𝗲𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗲𝗱𝘂𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻, 𝗲𝘅𝗰𝗲𝗽𝘁𝗼 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗺𝗲𝗱𝗶𝗱𝗮 𝗲𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗶𝗴𝗻𝗶𝗳𝗶𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗮 𝗮𝗱𝗾𝘂𝗶𝘀𝗶𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗰𝗶𝗲𝗿𝘁𝗮 𝗰𝗮𝗻𝘁𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼; 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗹𝗮 𝗲𝗱𝘂𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝗱𝗲𝗯𝗲 𝘁𝗿𝗮𝘁𝗮𝗿 𝗰𝘂𝗿𝗮𝘁𝗶𝘃𝗮 𝘆 𝗺𝗲𝘁𝗼́𝗱𝗶𝗰𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗰𝗮𝗱𝗮 𝗱𝗲𝗳𝗲𝗰𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝗮𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗲𝗿 𝗻𝗼 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮 𝗲𝗻 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼 𝗲𝘀𝗾𝘂𝗲𝗺𝗮 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝘀𝗮𝘀 𝗽𝗼𝘀𝗶𝗯𝗹𝗲𝘀. 𝗡𝗮𝗱𝗮 𝗺𝗲𝗻𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗼 𝗲𝘀 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗾𝘂𝗲𝗿𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗰𝗶𝗿 𝗰𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗱𝗲𝗰𝗶𝗺𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗮 𝗲𝗱𝘂𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗲𝘀 𝘂𝗻𝗮 𝗱𝗶𝘀𝗰𝗶𝗽𝗹𝗶𝗻𝗮.» 𝗖𝗵𝗮𝗿𝗹𝗼𝘁𝘁𝗲 𝗠𝗮𝘀𝗼𝗻
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Una verdadera aportación a este campo, es reconocer que un tercio de la educación del niño la constituyen los hábitos. No es solo el contenido académico que se transmite, de forma intencional al educando, si no también esos hábitos de pensamiento, de conducta y vida que crecen a la par del niño.
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Esta dicho que cada persona es la suma de sus hábitos, y que la suma de nuestros hábitos conforman nuestro carácter.
«𝗘𝘀 𝘀𝗼𝗹𝗼 𝗲𝗹 𝗰𝗮𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗲𝗿 (…) 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗱𝗲𝗰𝗶𝗱𝗲 𝗲𝗹 𝗹𝘂𝗴𝗮𝗿 𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝘀𝗲𝗿 𝗵𝘂𝗺𝗮𝗻𝗼 𝗲𝗻 𝗲𝘀𝘁𝗲 𝗺𝘂𝗻𝗱𝗼 𝗼 𝗲𝗻 𝗰𝘂𝗮𝗹𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿 𝗼𝘁𝗿𝗼. 𝗦𝗼𝗹𝗼 𝗽𝗼𝗿 𝗲𝗹 𝗰𝗮𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗲𝗿 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝗵𝗼𝗺𝗯𝗿𝗲 𝗺𝗼𝘃𝗲𝗿 𝘀𝘂 𝗰𝗶́𝗿𝗰𝘂𝗹𝗼 𝗽𝗮𝗿𝘁𝗶𝗰𝘂𝗹𝗮𝗿 𝗱𝗲𝗹 𝗺𝘂𝗻𝗱𝗼 𝗲𝘅𝘁𝗲𝗿𝗶𝗼𝗿, 𝘀𝗼𝗹𝗼 𝗽𝗼𝗿 𝗲𝗹 𝗰𝗮𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗲𝗿 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲 𝗴𝗼𝗯𝗲𝗿𝗻𝗮𝗿 𝘀𝘂 𝗽𝗿𝗼𝗽𝗶𝗼 𝗲𝘀𝗽𝗶́𝗿𝗶𝘁𝘂. 𝗘𝗹 𝘁𝗮𝗹𝗲𝗻𝘁𝗼 𝘀𝗲𝗽𝗮𝗿𝗮𝗱𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗰𝗮𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗲𝗿 𝗲𝘀 𝗶𝗻𝗲𝗳𝗶𝗰𝗮𝘇 𝗼 𝘁𝗿𝗮𝘃𝗶𝗲𝘀𝗼, 𝗲𝗹 𝗴𝗲𝗻𝗶𝗼 𝘀𝗶𝗻 𝗰𝗮𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗲𝗿 𝗻𝗼 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲 𝘀𝗶𝗻𝗼 𝗽𝗿𝗲𝗼𝗰𝘂𝗽𝗮𝗿𝘀𝗲 𝗽𝗼𝗿 𝘀𝘂 𝗵𝗼𝗿𝗮. 𝗬𝗮 𝘀𝗲𝗮 𝗱𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗻𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗼 𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝗶𝗻𝗱𝗶𝘃𝗶𝗱𝘂𝗼, 𝘀𝘂 𝗽𝗿𝗼𝗽𝗶𝗼 𝗰𝗮𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗲𝗿 𝗲𝘀 𝘀𝘂 𝗹𝗼𝗴𝗿𝗼 𝗺𝗮́𝘀 𝘀𝘂𝗽𝗿𝗲𝗺𝗼.» 𝙿𝚁𝙸𝙽𝙲𝙸𝙿𝙸𝙾𝚂 𝚈 𝙾𝙱𝙹𝙴𝚃𝙸𝚅𝙾𝚂 𝙳𝙴 𝙻𝙰 𝚄𝙽𝙸𝙾𝙽 𝙳𝙴 𝙿𝙰𝙳𝚁𝙴𝚂, 𝙻𝙰𝙳𝚈 𝙲𝙰𝙼𝙿𝙱𝙴𝙻𝙻, 𝙰𝙼𝙱𝙻𝙴𝚂𝙸𝙳𝙴
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Entender la importancia de esto nos conduce a una reflexión interesante sobre nuestra labor educativa. Somos inspiradores, pero también colaboradores en la formación de estos hábitos que moldearán el carácter de nuestros hijos, y no esta demás recordar estas palabra que Charlotte Mason dirige a la madre, como un recordatorio que le capacita para ofrecer un acmpañamiento cuidadoso en el proceso de formación de hábitos: «𝗘𝗹 𝘁𝗮𝗰𝘁𝗼, 𝗹𝗮 𝘃𝗶𝗴𝗶𝗹𝗮𝗻𝗰𝗶𝗮 𝘆 𝗹𝗮 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗶𝘀𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝘀𝗼𝗻 𝗹𝗮𝘀 𝗰𝘂𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗱𝗲𝗯𝗲 𝗰𝘂𝗹𝘁𝗶𝘃𝗮𝗿 𝗲𝗻 𝘀𝗶́ 𝗺𝗶𝘀𝗺𝗮; 𝘆, 𝗰𝗼𝗻 𝗲́𝘀𝘁𝗼𝘀, 𝘀𝗲 𝗮𝘀𝗼𝗺𝗯𝗿𝗮𝗿𝗮́ 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗽𝗿𝗼𝗻𝘁𝗶𝘁𝘂𝗱 𝗰𝗼𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝗻𝗶𝗻̃𝗼 𝗮𝗱𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗲 𝗲𝗹 𝗻𝘂𝗲𝘃𝗼 𝗵𝗮́𝗯𝗶𝘁𝗼.»
Este principio establece una interesante analogía entre el organismo físico, que requiere sustento, y el organismo espiritual y mental, que también tiene sus propias necesidades. Ambos necesitan alimento: uno físico, el otro intelectual y moral.
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«𝗟𝗮 𝗲𝗱𝘂𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗲𝘀 𝘂𝗻𝗮 𝘃𝗶𝗱𝗮; 𝗹𝗮 𝘃𝗶𝗱𝗮 𝘀𝗲 𝘀𝘂𝘀𝘁𝗲𝗻𝘁𝗮 𝗲𝗻 𝗶𝗱𝗲𝗮𝘀; 𝗹𝗮𝘀 𝗶𝗱𝗲𝗮𝘀 𝘀𝗼𝗻 𝗱𝗲 𝗼𝗿𝗶𝗴𝗲𝗻 𝗲𝘀𝗽𝗶𝗿𝗶𝘁𝘂𝗮𝗹; 𝘆, ‘𝗗𝗶𝗼𝘀 𝗻𝗼𝘀 𝗵𝗮 𝗵𝗲𝗰𝗵𝗼 𝗮𝘀𝗶́’.» 𝗖𝗵𝗮𝗿𝗹𝗼𝘁𝘁𝗲 𝗠𝗮𝘀𝗼𝗻
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La educación debe alimentar la mente y el espíritu del hombre con el tipo apropiado de sustento, lo que sólo puede hacerse mediante una dieta rica y variada de intereses y conocimientos.
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El niño necesita experimentar y degustar por sí mismo las oportunidades de aprendizaje y las experiencias que ofrecen las diversas ramas del saber, todo lo cual debe servirse en su plato.
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«𝗣𝗼𝗿𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗮 𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗲𝘀 𝗰𝗮𝗽𝗮𝘇 𝗱𝗲 𝘁𝗿𝗮𝘁𝗮𝗿 𝗰𝗼𝗻 𝘂𝗻 𝘀𝗼𝗹𝗼 𝘁𝗶𝗽𝗼 𝗱𝗲 𝗮𝗹𝗶𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼; 𝘃𝗶𝘃𝗲, 𝗰𝗿𝗲𝗰𝗲 𝘆 𝘀𝗲 𝗻𝘂𝘁𝗿𝗲 𝘀𝗼́𝗹𝗼 𝗱𝗲 𝗶𝗱𝗲𝗮𝘀; 𝗹𝗮 𝗺𝗲𝗿𝗮 𝗶𝗻𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗲𝘀 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗲́𝗹 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘂𝗻𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗶𝗱𝗮 𝗱𝗲 𝗮𝘀𝗲𝗿𝗿𝗶́𝗻 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗲𝗹 𝗰𝘂𝗲𝗿𝗽𝗼; 𝗻𝗼 𝗵𝗮𝘆 𝗼́𝗿𝗴𝗮𝗻𝗼𝘀 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗹𝗮 𝗮𝘀𝗶𝗺𝗶𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝘂𝗻𝗼 𝗺𝗮́𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗱𝗲𝗹 𝗼𝘁𝗿𝗼.» 𝗖𝗵𝗮𝗿𝗹𝗼𝘁𝘁𝗲 𝗠𝗮𝘀𝗼𝗻, 𝗩𝗼𝗹.𝟲, 𝗽𝗮́𝗴 𝟮𝟳𝟳
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Como padres solemos mantener una estrecha visión del concepto de educación, y para no agobiarnos somos capaces de entregar un pobre plato de lo mismo cada día, sin hacer un esfuerzo en pro de la salud mental y espiritual de nuestros hijos. No olvidemos que «𝗟𝗼𝘀 𝗵𝗮́𝗯𝗶𝘁𝗼𝘀 𝘆 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗿𝗲𝘀 𝗿𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗱𝗼𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗰𝘂𝗮𝗹𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿 𝘁𝗲𝗺𝗮 𝗲𝗱𝘂𝗰𝗮𝘁𝗶𝘃𝗼 𝘀𝗲 𝗲𝗷𝗲𝗿𝗰𝗲𝗻 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗲 𝗲𝘀𝗲 𝘁𝗲𝗺𝗮 𝘀𝗶𝗺𝗽𝗹𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲. 𝗟𝗮 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗱𝗮 𝗵𝗶𝘀𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮 𝗱𝗲 𝗰𝗼́𝗺𝗼 𝗦𝗶𝗿 𝗜𝘀𝗮𝗮𝗰 𝗡𝗲𝘄𝘁𝗼𝗻, 𝗺𝗼𝗹𝗲𝘀𝘁𝗮𝗱𝗼 𝗽𝗼𝗿 𝗹𝗼𝘀 𝗴𝗿𝗶𝘁𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝘀𝘂 𝗴𝗮𝘁𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗼 𝗱𝗲𝗷𝗮𝗿𝗮 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝗿, 𝗵𝗶𝘇𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲 𝗵𝗶𝗰𝗶𝗲𝗿𝗮 𝘂𝗻 𝗴𝗿𝗮𝗻 𝗮𝗴𝘂𝗷𝗲𝗿𝗼 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗽𝘂𝗲𝗿𝘁𝗮 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗲𝗹 𝗴𝗮𝘁𝗼 𝘆 𝘂𝗻𝗼 𝗽𝗲𝗾𝘂𝗲𝗻̃𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗲𝗹 𝗴𝗮𝘁𝗶𝘁𝗼, 𝗶𝗹𝘂𝘀𝘁𝗿𝗮 𝗻𝗼 𝘂𝗻 𝗺𝗲𝗿𝗼 𝗹𝗮𝗽𝘀𝘂𝘀 𝗱𝗶𝘃𝗲𝗿𝘁𝗶𝗱𝗼 𝗲𝗻 𝘂𝗻𝗮 𝗴𝗿𝗮𝗻 𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲, 𝘀𝗶𝗻𝗼 𝗲𝗹 𝗵𝗲𝗰𝗵𝗼 𝗱𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝘁𝗿𝗮𝗯𝗮𝗷𝗼 𝗲𝗻 𝗹𝗶́𝗻𝗲𝗮𝘀 𝗲𝘀𝗽𝗲𝗰𝗶𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗰𝗮𝗹𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗲𝗹 𝘁𝗿𝗮𝗯𝗮𝗷𝗼 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗲 𝗲𝘀𝗮𝘀 𝗹𝗶́𝗻𝗲𝗮𝘀 𝘀𝗼𝗹𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲.» 𝗖𝗵𝗮𝗿𝗹𝗼𝘁𝘁𝗲 𝗠𝗮𝘀𝗼𝗻 , los niños necesitan cultivar los hábitos mentales y morales que proporcionan cada una de las materias escolares y campos de estudio. No debemos ser negligentes al entregar la dieta adecuada, en su proporción apropiada de forma regular y ordenada.
«𝗔𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗲𝗿𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗶𝗱𝗮 𝗴𝗿𝗮𝘁𝗶𝘀, 𝗲𝘀𝗰𝘂𝗰𝗵𝗲́ 𝗮 𝘂𝗻𝗮 𝗻𝗶𝗻̃𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗲𝘀𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗟𝗼𝗻𝗱𝗿𝗲𝘀 𝗮 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗻 𝘀𝘂 𝗺𝗮𝗱𝗿𝗲 𝗹𝗲 𝗱𝗶𝗼 𝘂𝗻 𝗽𝗲𝗻𝗶𝗾𝘂𝗲 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗿𝗮𝗿 𝗰𝗼𝗺𝗶𝗱𝗮 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗲𝗹𝗹𝗮 𝘆 𝘀𝘂 𝗵𝗲𝗿𝗺𝗮𝗻𝗮 𝗽𝗲𝗾𝘂𝗲𝗻̃𝗮 𝗮 𝗹𝗮 𝘀𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗹𝗲𝗴𝗶𝗼. 𝗟𝗮 𝗻𝗶𝗻̃𝗮 𝗱𝗶𝗷𝗼 𝗮 𝘀𝘂 𝗺𝗮𝗲𝘀𝘁𝗿𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗺𝗲𝗱𝗶𝗼 𝗽𝗲𝗻𝗶𝗾𝘂𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗰𝗮𝗿𝗮𝗺𝗲𝗹𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗮𝗻𝗶́𝘀 𝗹𝗹𝗲𝗻𝗮𝗯𝗮𝗻 𝗺𝗮́𝘀 𝗲𝗹 𝗲𝘀𝘁𝗼𝗺𝗮𝗴𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝘂𝗻 𝗯𝗼𝗹𝗹𝗼 𝗱𝗲 𝗺𝗲𝗱𝗶𝗼 𝗽𝗲𝗻𝗶𝗾𝘂𝗲. 𝗡𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼𝘀 𝗰𝗼𝗹𝗲𝗴𝗶𝗼𝘀 𝘁𝗿𝗮𝗯𝗮𝗷𝗮𝗻 𝗺𝗮́𝘀 𝗼 𝗺𝗲𝗻𝗼𝘀 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗲𝘀𝗮𝘀 𝗴𝗼𝘁𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗮𝗻𝗶́𝘀 -𝗺𝗮𝗿𝗰𝗮𝘀, 𝗽𝗿𝗲𝗺𝗶𝗼𝘀, 𝗯𝗲𝗰𝗮𝘀, 𝗰𝗼𝗻𝗱𝗲𝗰𝗼𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀, 𝘁𝗼𝗱𝗼 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 “𝗹𝗹𝗲𝗻𝗮 𝗲𝗹 𝗲𝘀𝘁𝗼𝗺𝗮𝗴𝗼” 𝗱𝗲𝗹 𝗻𝗶𝗻̃𝗼 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝗹𝗲 𝗽𝗿𝗼𝗽𝗼𝗿𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮 𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗮𝗿𝗶𝗼. 𝗘𝘀𝗮 𝗲𝘀 𝗹𝗮 𝗰𝘂𝗲𝘁𝗶𝗼́𝗻. 𝗡𝗲𝗰𝗲𝘀𝗶𝘁𝗮 𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗮𝗹 𝗶𝗴𝘂𝗮𝗹 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗶𝘁𝗮 𝗽𝗮𝗻 𝘆 𝗹𝗲𝗰𝗵𝗲; 𝘀𝘂 𝗮𝗽𝗲𝘁𝗶𝘁𝗼 𝗽𝗼𝗿 𝗮𝗽𝗿𝗲𝗻𝗱𝗲𝗿 𝗲𝘀 𝘁𝗮𝗻 𝘀𝗮𝗻𝗼 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘀𝘂 𝗮𝗽𝗲𝘁𝗶𝘁𝗼 𝗽𝗼𝗿 𝗹𝗮 𝗰𝗲𝗻𝗮; 𝘆 𝘂𝗻 𝗯𝘂𝗲𝗻 𝗮𝗽𝗼𝗿𝘁𝗲 𝗮𝗯𝘂𝗻𝗱𝗮𝗻𝘁𝗲 𝘆 𝗿𝗲𝗴𝘂𝗹𝗮𝗿, 𝗮 𝗰𝗮𝗱𝗮 𝗺𝗼𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼, 𝗱𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼, 𝗲𝘀 𝘂𝗻𝗮 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗶𝗻𝗵𝗲𝗿𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗹𝗮 𝗷𝘂𝘃𝗲𝗻𝘁𝘂𝗱 𝗮𝗹 𝗶𝗴𝘂𝗮𝗹 𝗾𝘂𝗲 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗻𝗶𝗻̃𝗼𝘀 𝗰𝘂𝗿𝗶𝗼𝘀𝗼𝘀; 𝘆 𝘀𝗶𝗻 𝗲𝗺𝗯𝗮𝗿𝗴𝗼 𝗺𝗮𝗻𝘁𝗲𝗻𝗲𝗺𝗼𝘀 𝘀𝘂 𝘀𝗲𝗻𝘀𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗵𝗮𝗺𝗯𝗿𝗲 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝘀𝗼𝘀 “𝗰𝗮𝗿𝗮𝗺𝗲𝗹𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗮𝗻𝗶́𝘀”. 𝗖𝗵𝗮𝗿𝗹𝗼𝘁𝘁𝗲 𝗠𝗮𝘀𝗼𝗻
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Este principio resalta una interesante idea sobre la mente del niño, esta no es un recipiente pasivo que debe ser llenado con información de manera mecánica, sino más bien un organismo activo que necesita ser nutrido y estimulado para crecer y desarrollarse.
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Es ilustrativa la comparación que Charlotte Mason hace entre la mente del niño y el estómago; así como el estómago está diseñado naturalmente para digerir los alimentos que ingiere, la mente está naturalmente equipada para asimilar y procesar el conocimiento. Al igual que el estómago no requiere instrucción especial o ejercicios para prepararse para la digestión, la mente del niño no necesita ser entrenada de manera artificial para aprender. Es decir, 𝗹𝗼𝘀 𝗻𝗶𝗻̃𝗼𝘀 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲𝗻 𝘂𝗻𝗮 𝗰𝗮𝗽𝗮𝗰𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗶𝗻𝗻𝗮𝘁𝗮 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗮𝗯𝘀𝗼𝗿𝗯𝗲𝗿 𝘆 𝗽𝗿𝗼𝗰𝗲𝘀𝗮𝗿 𝗶𝗻𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗮 𝗺𝗲𝗱𝗶𝗱𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗿𝗮𝗰𝘁𝘂́𝗮𝗻 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹 𝗺𝘂𝗻𝗱𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗿𝗼𝗱𝗲𝗮.
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Es por esta razón que nuestra función como educadores no consiste en saber todo de todo y transferir este conocimiento al niño a través de lecciones orales o charlas magistrales, sino proporcionar a los niños un entorno enriquecedor y experiencias de aprendizaje significativas que les permitan explorar, experimentar y descubrir el conocimiento por sí mismos.
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«𝗗𝗲𝗯𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗮𝗯𝗮𝗻𝗱𝗼𝗻𝗮𝗿 𝗹𝗮 𝗳𝗮𝗿𝘀𝗮 𝗱𝗲 𝗲𝗻𝘀𝗲𝗻̃𝗮𝗿 𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗷𝗼́𝘃𝗲𝗻𝗲𝘀 𝗰𝗼́𝗺𝗼 𝗮𝗽𝗿𝗲𝗻𝗱𝗲𝗿, 𝗹𝗼 𝗰𝘂𝗮𝗹 𝗲𝘀 𝘁𝗮𝗻 𝗶𝗻𝗮𝗽𝗿𝗼𝗽𝗶𝗮𝗱𝗼 𝗲 𝗶𝗻𝘂́𝘁𝗶𝗹 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗽𝗿𝗲𝘁𝗲𝗻𝗱𝗲𝗿 𝗲𝗻𝘀𝗲𝗻̃𝗮𝗿𝗹𝗲 𝗮 𝘂𝗻 𝗻𝗶𝗻̃𝗼 𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗲𝗿 𝘀𝗶𝗻 𝗼𝗳𝗿𝗲𝗰𝗲𝗿𝗹𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗶𝗱𝗮». 𝗖𝗵𝗮𝗿𝗹𝗼𝘁𝘁𝗲 𝗠𝗮𝘀𝗼𝗻
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«Nuestra gran culpa es que mantenemos nuestras mentes y las mentes de los niños vergonzosamente subalimentadas. La mente es como un pulpo espiritual que estira sus miembros para capturar enormes raciones de aquello que bajo la actividad mental se convierte en conocimiento. Nada puede echar a perder la variedad infinita de conocimiento; los cielos y la tierra, el pasado, el presente y el futuro, cosas grandes y cosas mínimas, las naciones y los hombres, el universo, todo está al alcance de la inteligencia humana.» Charlotte Mason, Vol.6
En este principio Charlotte Mason cuestiona la doctrina educativa herbartiana que considera la mente del niño como un simple receptáculo (recipiente) para el conocimiento que el maestro transmite de manera estructurada.
«𝗘𝗹 𝗳𝗿𝗮𝗰𝗮𝘀𝗼 𝗱𝗲 𝗻𝗼𝘀𝗼𝘁𝗿𝗼𝘀 𝗹𝗼𝘀 𝗺𝗮𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼𝘀 𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝗰𝗼𝗻𝗳𝗶𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗹𝗼 𝘀𝘂𝗳𝗶𝗰𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗲𝗻 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗿𝗲𝘀 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗹𝗲𝗰𝘁𝘂𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼𝘀 𝗮𝗹𝘂𝗺𝗻𝗼𝘀, 𝘆 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗲𝗹𝗹𝗼𝘀 𝘀𝗼𝗻 𝗮𝗹𝗺𝗮𝘀 𝗺𝗼𝗱𝗲𝘀𝘁𝗮𝘀, 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝗺𝗮𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼 𝘀𝗲 𝗼𝗳𝗿𝗲𝘇𝗰𝗮 𝗮 𝗵𝗮𝗰𝗲𝗿 𝗽𝗼𝗿 𝗲𝗹𝗹𝗼𝘀, 𝗹𝗼 𝗽𝗲𝗿𝗰𝗶𝗯𝗶𝗿𝗮́𝗻 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗮𝗹𝗴𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲𝗻 𝗵𝗮𝗰𝗲𝗿 𝗲𝗹𝗹𝗼𝘀 𝗺𝗶𝘀𝗺𝗼𝘀.» 𝗖𝗵𝗮𝗿𝗹𝗼𝘁𝘁𝗲 𝗠𝗮𝘀𝗼𝗻
Su clara advertencia es que, un enfoque que otorga tanto poder al educador, puede conducir a una educación superficial; donde los niños reciben mucha información pero poco alimento que digieren para su propio crecimiento. «…(el profesor) 𝗡𝗼 𝘀𝗲 𝗵𝗮 𝗱𝗮𝗱𝗼 𝗰𝘂𝗲𝗻𝘁𝗮 𝗱𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗻𝗼 𝗲𝘀 𝘂𝗻 𝗮𝗹𝗺𝗮𝗰𝗲́𝗻, 𝘀𝗶𝗻𝗼 𝘂𝗻 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗱𝗼 𝗮𝗹 𝗾𝘂𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮 𝗹𝗹𝗲𝗴𝗮 𝗼 𝗻𝗼.»𝗖𝗵𝗮𝗿𝗹𝗼𝘁𝘁𝗲 𝗠𝗮𝘀𝗼𝗻,
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“𝗘𝗹 𝘁𝗿𝗮𝗯𝗮𝗷𝗼 𝗱𝗲 𝗲𝗱𝘂𝗰𝗮𝗿 𝘀𝗲 𝘀𝗶𝗺𝗽𝗹𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮 𝗴𝗿𝗮𝗻𝗱𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗰𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗿𝗲𝗻𝗱𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗻𝗶𝗻̃𝗼𝘀, 𝗮𝗽𝗮𝗿𝗲𝗻𝘁𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀 𝗹𝗼𝘀 𝗻𝗶𝗻̃𝗼𝘀, 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗲𝗻 𝗮𝗱𝗾𝘂𝗶𝗿𝗶𝗿 𝘁𝗼𝗱𝗼 𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗵𝘂𝗺𝗮𝗻𝗼; 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲𝗻 𝗮𝗽𝗲𝘁𝗶𝘁𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲 𝗹𝗲𝘀 𝗽𝗼𝗻𝗴𝗮 𝗱𝗲𝗹𝗮𝗻𝘁𝗲 𝘆 𝘀𝗮𝗯𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗲𝘀𝘁𝗼, 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗮 𝗲𝗻𝘀𝗲𝗻̃𝗮𝗻𝘇𝗮 𝘀𝗲 𝗮𝗻𝗶𝗺𝗮 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹 𝘃𝗮𝗹𝗼𝗿 𝗱𝗲 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻𝘃𝗶𝗰𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀.»𝗖𝗵𝗮𝗿𝗹𝗼𝘁𝘁𝗲 𝗠𝗮𝘀𝗼𝗻
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Priorizar el proceso de enseñanza en lugar del contenido mismo y la forma en que se llega al conocimiento, hace relucir al educador, pero deja fuera a quien debería ser el principal protagonista.
“𝗟𝗮 𝗽𝘀𝗶𝗰𝗼𝗹𝗼𝗴𝗶́𝗮 𝗱𝗲 𝗛𝗲𝗿𝗯𝗮𝗿𝘁 𝗲𝘀 𝗲𝘅𝘁𝗿𝗮𝗼𝗿𝗱𝗶𝗻𝗮𝗿𝗶𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗴𝗿𝗮𝘁𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗻𝘁𝗲 𝘆 𝗮𝘁𝗿𝗮𝗰𝘁𝗶𝘃𝗮 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗿𝗼𝗳𝗲𝘀𝗼𝗿𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗮́𝗻, 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗼𝘁𝗿𝗮𝘀 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮𝘀, 𝗮𝗻𝘀𝗶𝗼𝘀𝗼𝘀 𝗽𝗼𝗿 𝗱𝗮𝗿𝗹𝗲 𝗽𝗿𝗲𝘀𝘁𝗶𝗴𝗶𝗼 𝗮 𝘀𝘂 𝘁𝗿𝗮𝗯𝗮𝗷𝗼” 𝗖𝗵𝗮𝗿𝗹𝗼𝘁𝘁𝗲 𝗠𝗮𝘀𝗼𝗻
Debemos recordar los principios anteriores que nos recuerdan que los niños son plenamente capaces de enfrentarse al conocimiento. Charlotte Mason no quiso insultar a una profesión de gran valor para la sociedad, sino que la definió basándose en la propia naturaleza.
«(…)𝗡𝗼 𝗻𝗼𝘀 𝗱𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗰𝘂𝗲𝗻𝘁𝗮 𝗱𝗲 𝗾𝘂𝗲, 𝗽𝗼𝗿 𝗻𝗮𝘁𝘂𝗿𝗮𝗹𝗲𝘇𝗮, 𝗲𝗹 𝗺𝗮𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲 𝘂𝗻 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗿 𝗽𝗼𝗲́𝘁𝗶𝗰𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗮𝘁𝗿𝗮𝗲 𝗲 𝗶𝗻𝘀𝗽𝗶𝗿𝗮, 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝘂 𝗱𝗲𝗯𝗲𝗿 𝗻𝗼 𝗲𝘀 𝘁𝗲𝗱𝗶𝗼𝘀𝗼 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗲𝗹 𝗱𝗮𝗿 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗲𝗿 𝗽𝗮𝗽𝗶𝗹𝗹𝗮 𝗮 𝗰𝘂𝗰𝗵𝗮𝗿𝗮𝗱𝗮𝘀, 𝘀𝗶𝗻𝗼 𝗺𝗮́𝘀 𝗯𝗶𝗲𝗻 𝗲𝘀 𝗹𝗮 𝗰𝗼𝗺𝘂𝗻𝗶𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗱𝗼𝘀 𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗶𝗴𝘂𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗱𝗼𝗻𝗱𝗲 𝗲𝗹 𝗺𝗮𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼 𝗲𝘀 𝗲𝗹 𝗴𝘂𝗶́𝗮, 𝗳𝗶𝗹𝗼́𝘀𝗼𝗳𝗼 𝘆 𝗮𝗺𝗶𝗴𝗼.» «𝗘𝘀𝗮 𝗳𝗿𝗶𝗰𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝘃𝗼𝗹𝘂𝗻𝘁𝗮𝗱𝗲𝘀 𝗹𝗮 𝗰𝘂𝗮𝗹 𝗵𝗮𝗰𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝘁𝗿𝗮𝗯𝗮𝗷𝗼 𝗲𝘀𝗰𝗼𝗹𝗮𝗿 𝘀𝗲𝗮 𝗵𝗼𝘀𝘁𝗶𝗹, 𝘀𝗲 𝗿𝗲𝗱𝘂𝗰𝗲 𝗰𝗼𝗻𝘀𝗶𝗱𝗲𝗿𝗮𝗯𝗹𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝘆 𝘀𝗼𝗿𝗽𝗿𝗲𝗻𝗱𝗲𝗻𝘁𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗰𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝘁𝗿𝗮𝘁𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗻𝗶𝗻̃𝗼𝘀, 𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗮 𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲, 𝗮 𝘁𝗿𝗮𝘃𝗲́𝘀 𝗱𝗲𝗹 𝗺𝗲𝗱𝗶𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼.» 𝗖𝗵𝗮𝗿𝗹𝗼𝘁𝘁𝗲 𝗠𝗮𝘀𝗼𝗻
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«𝗦𝘂𝘀𝗰𝗶𝘁𝗮𝗿 𝗮𝘀𝗼𝗺𝗯𝗿𝗼 𝘆 𝗮𝗱𝗺𝗶𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲𝗯𝗲 𝘀𝗲𝗿 𝘂𝗻𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗿𝗶𝗻𝗰𝗶𝗽𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗼𝗯𝗷𝗲𝘁𝗶𝘃𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗹 𝗺𝗮𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼.»
Explicación principio 1 y 2
Si es primera vez que te acercas a la filosofía de Charlotte Mason puedes hallarte en oposición al principio dos y quizá un entendimiento poco claro del principio uno, permíteme despejar ambas cuestiones poniendo la filosofía en el contexto adecuado.