Ciudadanía

“Los estudios cívicos nos deben ofrecer ejemplos a seguir.”
Charlotte Mason
Charlotte Mason
CIUDADANÍA

La ciudadanía se cubre con la lectura de las vidas de ciudadanos famosos

Plutarco es como la Biblia en esto, que no etiqueta las acciones de su pueblo como buenas o malas, sino que deja que la conciencia y el juicio de sus lectores hagan esa clasificación. Qué evitar y cómo evitarlo, es un conocimiento tan importante para el ciudadano ya sea de la Ciudad de Dios o de su propia ciudad inmediata, como saber qué es bueno y cómo realizarlo. (Vol.6, pág 186) 
 

Es hora de que nos comprometamos seriamente con esta labor de educación moral que debe realizarse, sobre todo, presentando a los niños altos ideales. «Las vidas de los grandes hombres nos recuerdan que podemos hacer que nuestras vidas sean sublimes», y el estudio de las vidas de los grandes hombres y de los grandes momentos de las vidas de los hombres más pequeños resulta maravillosamente inspirador para los niños, especialmente cuando perciben el esfuerzo de la infancia a partir de la cual ha evolucionado una noble virilidad.

Charlotte Mason, Vol. 3

Reconocemos que la historia para él es vivir en las vidas de aquellas personalidades fuertes que en un momento dado impresionan más a su época y a su país. Este no es el tipo de cosas que se sacan de pequeños y bonitos libros de historia para niños, ya sean "Little Arthur's" o los "Outlines" de alguien. Llevamos al niño a las fuentes vivas de la historia: un niño de siete años es plenamente capaz de comprender a Plutarco, en las propias palabras de Plutarco (traducidas), sin diluir y con pocas explicaciones. Dale un pensamiento vivo de este tipo, y harás posible la cooperación del Maestro vivo.

Charlotte Mason, Vol.6, pág 172

GRUPO I Y II

Ciudadanía primeros años

Vol.6, pág 185

Grupo I

Los niños comienzan a sacar conclusiones sobre la vida general de la comunidad a partir de cuentos, fábulas y la historia de uno u otro gran ciudadano.

Grupo II

La Ciudadanía se convierte en un tema definido más desde el punto de vista de lo que puede llamarse la inspiración a participar en la vida pública que desde el punto de vista del conocimiento propio de un ciudadano, aunque este último no se descuida en modo alguno. 

Encontramos «Las Vidas de Plutarco» sumamente inspiradoras. Estos son leídos por la maestra (con las oportunas omisiones) y narrados con gran espíritu por los niños.

 Aprenden a responder preguntas como: «¿De qué manera Pericles embelleció Atenas? ¿Cómo persuadió a la gente para que lo ayudara?

Una vez más, responderán: «¿Cómo manejó Pericles al pueblo en tiempo de guerra para que no lo obligaran a actuar en contra de su propio juicio?» Y a partir de un conocimiento como éste podemos suponer que los niños empiezan a tener una visión comprensiva de los problemas del arte de gobernar. 

Vol.6, pág 185-186

Grupo IIB

«Las Historias de la historia de Roma» de nuestra querida amiga, la Sra. Beesley, nos ayudan aquí en el grupo IIB en lugar de Plutarco, acompañado por el libro “Leyes de la antigua Roma”  de  Macaulay. Al dar a los niños el conocimiento de los hombres y los asuntos que clasificamos bajo ‘Ciudadanía’ tenemos que enfrentar el problema del bien y el mal. 

Otras Consideraciones

Los niños más pequeños son ayudados por el conocimiento que les ofrecemos en Nosotros Mismos , y los niños educados castamente aprenden a velar por sus pensamientos ‘por causa de los ángeles’. 

El punto de vista adoptado en este volumen es que todas las bellas y nobles posibilidades están presentes en cada uno; pero que cada uno está sujeto a asaltos y estorbos de diversas maneras, de los cuales debe ser consciente para poder velar y orar. La enseñanza exhortatoria tiende a aburrir tanto a los jóvenes como a los mayores; pero una presentación ordenada de las posibilidades y poderes que yacen en la naturaleza humana y de los riesgos que los acompañan, difícilmente puede dejar de tener un efecto esclarecedor y estimulante. (Vol.6, pág 189)

<< Los niños familiarizados con la gran idea de un Estado en el sentido, no de un gobierno sino del pueblo, aprenden con bastante facilidad sobre las leyes, costumbres y gobierno de su país; aprenden, también, con gran interés algo sobre sí mismos, mente y cuerpo, corazón y alma, porque sienten que es bueno saber lo que tienen para dar a su país. >>

Charlotte mason, vol.6, pág 187

Manual de Carreño

Para Urbanidad y Buenas Maneras

 

Nuestros Deberes Para Con Dios

Nuestros Deberes Para Con Nuestros Padres

Nuestros Deberes Para Con La Patria

Nuestros Deberes Para Con Nuestros Semejantes

Nuestros Deberes Para Con Nuestros Padres

Nuestros Deberes Para Con Nosotros Mismos

Urbanidad

Aseo En Nuestra Persona

Aseo En Nuestros Vestidos

Aseo En Nuestra Habitación

Aseo Para Con Los Demás

Modales

Antes De Acostarnos

Hora De Levantarse

Del Vestido Que Debemos Usar Dentro De La Casa

´(…)Pienso que el patriotismo debería enseñarse en los colegios. Por patriotismo no quiero decir jingoísmo, sino que me refiero al patriotismo como una apreciación inteligente de todas las cosas elevadas de los romances, de la literatura y de la historia del país de uno. Se debería enseñar a los jovenes a admirar la grandeza del país mientras están en la escuela. (...)Por supuesto hay mucho que criticar en todo el país, y yo debería ser la última persona en sugerir que se dejase de enseñar y practicar la facultad crítica en las escuelas. Pero antes de enseñar a los niños a criticar las instituciones de su país, antes de enseñarles a ser críticos con lo que está mal, enseñémosles a reconocer y admirar lo bueno. Después de todo la vida es muy corta, todos tenemos una sola vida que vivir, y durante la misma, llenemos nuestro ser de tanto amor como nos sea posible, tanta admiración y tanto placer elevado como podamos; si vemos la educación como una mera disciplina de amarga crítica, perderemos entonces todo lo dulce de la vida y nos volveremos infelices y desdichados sin necesidad. Ya hay bastante sufrimiento y obstáculos en este mundo tal como es, no hace falta mostrárselo prematuramente a los jóvenes.´

Charlotte Mason