<< Niños o adultos, aquello que hemos aprendido lo podemos contar, y si no lo podemos contar es que no lo sabemos. >> Charlotte Mason
CHARLOTTE MASON
Cómo Enseñar a Leer
Cómo enseñar a leer en casa, parte 1
Cómo enseñar a leer en casa, parte 2
escritura
Transcripción o Copiado
De todos los ejercicios traviesos en los que los niños pasan sus horas escolares, el dictado, como se practica comúnmente, es quizás el más perjudicial; y esto, porque la gente tarda en comprender que no hay ninguna parte del trabajo escolar de un niño en la que no exista subyacente algún principio filosófico.
Charlotte Mason, Vol. 1
Por Karina Ortiz
La Narración
Invoca todos los poderes mentales
Pensamos que seremos escuchados por nuestro mucho hablar y repetimos y hacemos cumplir, explicamos e ilustramos, no del todo porque amamos el sonido de nuestras propias voces, sino porque despreciamos el conocimiento, despreciamos a los niños y no entendemos que la mente y el conocimiento son como los dos miembros de una articulación esférica, cada uno de ellos irrelevante sin el otro.Deje que el niño cuente lo que ha leído todo o en parte en el instante, y nuevamente, en un examen meses después. (…) Aquí tenemos la fuerza de la mente que deben actuar continuamente en la educación, atención, asimilación, narración, retención, reproducción. Pero ¿qué pasa con la razón, el juicio, la imaginación, el discernimiento, todo el cuerpo de «facultades» en cuyo beneficio ha trabajado hasta ahora el maestro? Éstos se cuidan a sí mismos y juegan tan natural e involuntariamente con el conocimiento que recibimos con atención y fijados por la narración como lo hacen los órganos digestivos con el alimento debidamente masticado para el cuerpo.
charlotte mason , vol 1
Vol.6, pág 258
Narración y composición
Primeros años
La narración o el “relato” es composición oral
Grupo I A y B
Vol.6, pág 190- 191
Es casi completamente oral y está tan asociada con la historia bíblica, la historia inglesa, la geografía, la historia natural, que difícilmente requiere un lugar especial en el programa, donde sin embargo aparece como ‘historias‘.
En pocas cosas se esfuerzan más en vano ciertos maestros que en la forma cuidadosa y metódica en que enseñan composición a los niños pequeños. El ejercicio que estos experimentan al formar oraciones es innecesario y embrutecedor, tal vez tanto como tal ejercicio lo sería en los actos de masticación y deglución (tragar).
El adulto que intenta escribir la ‘narración’ del niño cubrirá muchas páginas antes de llegar al final de «Hans and Gretel» o «The Little Match Girl» o una historia bíblica. Los hechos seguramente serán precisos y la expresión sorprendentemente vigorosa, llamativa y sin vacilaciones. Probablemente pocos adultos podrían ‘contar’ a uno de Las Fábulas de Esopo con la concisa franqueza que reproducen los niños.
Las narraciones de los niños tampoco son incoherentes; continúan con su libro, semana tras semana, lo que venga en un momento dado, ya sea Parábolas de la naturaleza de la Sra. Gatty , Andersen o Grimm o «El progreso del peregrino» de Bunyan, desde el punto donde lo dejaron, y nunca hay un momento en que su conocimiento sea escaso. Responden a preguntas como ‘–«Cuéntanos sobre el encuentro de Ulises y Telémaco», o sobre jason y Hera”. “Cuenta cómo Christian (Cristiano) y Hepeful (Esperanza en la traducción), se encontraron con Giant Despair (Gigante llamado desesperación)”, o “sobre los Shinnings Ones (los tres resplandecientes) ”. »
Grupo IB (6 años)
Requieren que se les lea una cantidad de contenido, graduado, no según sus facultades que siempre están presentes, pero requieren un poco de tiempo para emplear su facultad de atención fija y esa otra facultad que poseen de narración fluida. Así que probablemente a los niños pequeños se les debería permitir narrar párrafo por párrafo, mientras que los niños de siete u ocho años ‘cuentan’ capítulo por capítulo. No deben hacerse correcciones durante el acto de la narración, ni debe permitirse ninguna interrupción.
Grupo IA (7 a 9 años)
Su lectura es más amplia y su composición más abundante. Ellos ‘dirán’ en sus exámenes sobre la Alimentación de los Cuatro Mil, sobre la Construcción del Tabernáculo, Cómo se demolió el Castillo de la Duda, sobre el incendio del Viejo San Pablo, Cómo sabemos que el mundo es redondo y mucho además; porque todo su trabajo se presta a la composición oral y el poder de tal composición es innato en los niños y no es el resultado de la instrucción.
<< Desde su más tierna edad deben adquirir el hábito de leer literatura ellos mismos de la que deben apropiarse, mucho o poco, a su manera. Como el objeto de todo escritor es explicarse a sí mismo en su propio libro, el niño y el autor deben ser dejados juntos, sin la intervención del intermediario. Lo que su autor no le dice debe pasar sin saberlo por el momento. Ninguna explicación realmente lo ayudará, y las explicaciones de palabras y frases estropean el texto y no deben intentarse a menos que los niños pregunten: ¿Qué significa esto o aquello? momento en que otros niños en la clase probablemente se lo digan. >>
charlotte mason, Vol.6, pág 191
Las narraciones breves se introducen sin necesidad de la enseñanza formal de la escritura
Grupo II A y B (9 a 12 años)
Vol.6, pág 192
Los niños en este grupo tienen una gama más amplia de lectura, un campo de pensamiento más fértil y temas más deliciosos para la composición.
Ellos mismos escriben sus pequeños ensayos, y en cuanto a la precisión de su conocimiento y la justicia de su expresión, ‘todavía aumenta el asombro’. Describirán su escena favorita de La tempestad o Woodstock . Escriben o ‘cuentan’ historias de obras ambientadas en Plutarco o Shakespeare o cuentan los acontecimientos del día.
Narran desde el inglés, el francés y la historia general, desde el Antiguo y el Nuevo Testamento, desde las «Historias de la historia de Roma», hasta de «La edad de la fábula» de Bulfinch, o, por ejemplo, de los poemas de Goldsmith o Wordsworth, o, «Los héroes de Asgard»
<<…de hecho, la composición no es un complemento sino una parte integral de su educación en todas las materias.>>
En los grupo medios, se permite el desarrollo natural del arte de la composición escrita
Grupo III y IV (12 a 15 años)
Vol.6, pág 193
Lo que se llama ‘composición’ es una consecuencia inevitable de un uso libre pero exacto de los libros y no requiere atención especial hasta que el alumno tiene la edad suficiente para tomar por sí mismo un interés crítico en el uso de las palabras.
Las cadencias en la medida de los versos agradan tanto a los niños como a los mayores. Muchos niños escriben versos con la misma facilidad que la prosa, y la concisión y el poder de llevar su tema al punto que requiere esta forma de composición proporciona un valioso entrenamiento mental. Hay que tener en cuenta una cosa. Los ejercicios de métrica son tan necesarios en poesía tanto en nuestra lengua como latín. El ritmo y el acento, por otro lado, se cuidan solos en la medida en que un niño se acostumbra a leer poesía.
El proceder con sus lecturas durante el cuatrimestre, los asuntos del día, y el transcurrir de las estaciones, ofrecen innumerables temas para ensayos cortos y poemas de naturaleza más abstracta en el Grupo IV que en el III.
Lo que importa es que escojan un tema a tratar con el que, parafraseando a Jane Austen, la imaginación de los niños se “sienta cómoda”. Debemos pedirles que escriban sobre materias que les hayan interesado en gran medida. De este modo, cuando llegue el examen final podrán contestar preguntas del tipo, -“Escribe doce líneas que reflejen quién era Sir Henty Lee, o Cordelia, o Pericles, o Livingstone”, o, por escoger una pregunta de principios de la Guerra, “descríbenos la estrategia de Lord Derby, ¿en qué consistió?, o (Grupo IV), escribe un ensayo sobre “el nuevo ejército que se está creando, en el que muestres las dificultades que enfrenta, y que se ha logrado hasta el momento”.
<< La respuesta de los estudiantes jóvenes a este plan de estudio es una maravilla. Lo que escriben tiene valor literario e incluso en ocasiones poético, y el hecho de que puedan escribir bien es el menor de los logros conseguidos, pues además leen apreciando cada giro del pensamientoi del autor; y dedican sus mentes entrenadass y conscientes a ocuparse de los problemas del momento y del gobierno del país; esto significa que su educación se ocupa de los intereses y los asuntos del día a día, y sin duda avanzan en el camino que les llevará a convertirse en magnánimos ciudadanos en el futuro. >>
charlotte mason
Recitación
<< (…) he probado dicho plan con regularidad y lo he encontrado eficaz. El niño no tiene que tratar de recordar o de recitarse a sí mismo el versículo, sino, en la medida de lo posible, tener una mente abierta para recibir una impresión literaria de interés. Media docena de repeticiones deberían hacer que los niños lleguen a la posesión de poemas como: «A Margarita Debayle» de Rubén Darío, entre otros. Los beneficios de un método de aprendizaje así radican en que la capacidad de disfrute del niño no desaparece con aquellas fatigosas repeticiones verso a verso y, también, que el hábito de hacer imágenes mentales se forma inconscientemente. >>
Charlotte Mason, Vol. 1, Traducción María Elena Ortíz, y Johanna Perez de Ray
pasos iniciales
Recitación
Por Alba Irene Matamoros