¿Quiénes Somos?

Somos una iniciativa privada con un proyecto social que se centra en difundir la pedagogía de Charlotte Mason mientras cultivamos comunidades de aprendizaje. Nos esforzamos por ofrecer a las familias la oportunidad de integrar esta pedagogía desde una comprensión filosófica. Organizamos una variedad de actividades grupales inspiradas en este enfoque educativo, así como sesiones para crear recursos y contenido que faciliten el acceso a la pedagogía para cualquier familia interesada en aplicarla en su hogar.

Misión

Establecer comunidades de aprendizaje que brinden apoyo y acompañamiento a familias interesadas en la educación basada en la pedagogía de Charlotte Mason.

Ser un faro de inspiración, guiando a las generaciones presentes y futuras hacia la formación integral de la persona basándonos en los principios de la pedagogía de Charlotte Mason.

Visión

Principios

comunidades locales educación viva

Conócenos

Nuestras comunidades valoran a Dios como el creador de todo y el inteligente diseñador de toda su creación. En consecuencia, nos esforzamos por someternos a sus leyes morales y naturales, reconociendo que toda educación es DIVINA.

Nuestras comunidades aprecian a la familia como la «Unidad de la nación», reconociendo a los padres como los principales agentes educativos de sus hijos, equipados con las herramientas necesarias para guiar su educación.

Nuestras comunidades reconocen al niño como un ser creado a imagen y semejanza de Dios, otorgándole así una dignidad divina que le confiere un sentido de vida. Creemos en su capacidad para enfrentar el conocimiento mediante experiencias directas, por lo que brindamos una guía sabia durante todo su proceso de aprendizaje.

Nuestras comunidades aprecian la importancia de la comunidad, ya que en ella se forjan relaciones esenciales para la convivencia. Vemos la comunidad como un medio para desarrollar aspectos del carácter y contribuir al bien común a través de nuestros dones y talentos individuales.

Nuestras comunidades reconocen la educación como un proceso ininterrumpido que inicia incluso antes del nacimiento del niño, con la formación de sus padres, y perdura hasta su último aliento. Abogamos por un currículo que le permita establecer conexiones significativas con el conocimiento, enriqueciendo así su experiencia de vida tanto terrenal como eterna.

“Siempre nos hemos esforzado mucho por exponer la idea de que la educación surge de nuestra relación con Dios Todopoderoso y descansa en tal relación. Nuestra postura a este respecto es muy clara. No es meramente una educación religiosa la que entregamos, ya que eso parecería dar pie a la posibilidad de que existe otro tipo de educación, una educación secular, por ejemplo; sino que declaramos que toda la educación es divina, que todo buen don de conocimiento y sabiduría proviene de lo alto, que Dios Espíritu es el supremo educador de la humanidad, y que el punto cúlmine de toda educación (que hasta un un niño pequeño puede llegar) es el conocimiento personal de Dios y la comunión íntima con Él, la relación en la que nuestro ser halla su completa perfección.”