Tiempo en la naturaleza, un regalo para todos.

Hola mi nombre es Andrea Mena, soy colombiana y tengo tres hijos, Juan José de 8, Martín de 6 y Elena de 4, practicamos la metodología de CM hace 2 años y acá les comparto algo de nuestro recorrido por el estudio de la naturaleza.

Definitivamente cuando pienso en cómo llegó CM a nuestras vidas, mis recuerdos se dirigen a este pensamiento; “El conocimiento de Dios es el principal conocimiento y el fin principal de la educación» CM. Como familia seguidora de Cristo esta era la columna de lo que queríamos con la educación de nuestros hijos; de Dios viene la sabiduría y la inteligencia, si Él es el creador de todo, por supuesto que en Él está todo el conocimiento y finalmente debe ser el fin de la educación, allí quedo anclada mi mente y corazón a conocer y profundizar en la metodología y pensamientos de Charlotte Mason.

Cuando llegue a leer acerca del estudio de la naturaleza definitivamente hubo una conexión directa, emoción, pasión por conocer más, Dios ya había escrito en mi corazón años atrás ese maravilloso pasaje de la escritura: “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas » Romanos 1:20. Mis ojos ya habían sido fijados en la creación para ver en ella la maravilla, magnanimidad y belleza de mi creador y muy pasivamente este pensamiento trascendía en mi vida y la de mi familia, pero CM con su instrucción acerca de este tema fue un impulso y una dirección que nos llevó a vivir más de cerca y con más intencionalidad todo este proceso de acercarnos a la naturaleza.

<<Déjalos una vez estar en contacto con la naturaleza y un hábito se formará, que asegurará ser una fuente de deleite y permanecerá de por vida>> CM. Es increíble y a la vez tan lógico este hermoso pensamiento, mis hijos aman estar en la naturaleza, cada vez que nos es posible buscamos esos espacios para estar en ese ambiente natural. Es maravilloso ver cómo a través de los años se van formando tantos hábitos alrededor de estos paseos por la naturaleza, la observación, atención, orden, paciencia y una admiración sin fin de un Dios inagotable.

En nuestra familia el día más anhelado es el día que apartamos para nuestros paseos a la naturaleza, nos tomamos un día completo para recorrer algún parque, reserva natural, zonas de cultivos, o cualquier espacio donde podamos disfrutar de la naturaleza y conocer nuestro entorno. Llenos de expectativas iniciamos nuestros recorridos, siempre tratando de ser observadores, detallistas, de detenernos a contemplar las obras del gran creador, de tomar fotografías, de llevar registros, de hacer recolecciones, de identificar, claro que este proceso por ahora lo llevo en gran parte yo con el fin de motivar y modelar a mis hijos y que puedan crecer en ese ambiente que aprecie y abrace la admiración y la investigación.

Una gran ayuda para nosotros son los pasos simples que propone Sonya Shafer en “Simply Charlotte Mason”

1. Determina tu enfoque

Conocer nuestro entorno! desde los parques cercanos, las reservas naturales, cultivos, etc; hasta recorrer nuestro departamento y poco a poco hermoso país.

2. Ve allí

Muy importante apartar un tiempo, nosotros lo incluimos en el horario y es igual de importante a ver matemáticas u otras materias.

3. Mira de cerca y con atención

Acá esta el desarrollo de los hábitos, tomarnos el tiempo, no tener afán, dejar que los niños vayan a su paso, que lo disfruten, que yo lo disfrute, que se embarren, que toquen, que huelan, que experimenten, en fin… todo lo necesario para crear esa relación cercana y real.

4. Plasma tus observaciones

Libreta de registro, Tener a la mano nuestra libreta de registro, usualmente la lleva mi hijo mayor, escribir, dibujar o pintar, incluir datos como el clima, la fecha y otros datos sencillos pero que nos guían a llevar el registro.

Diarios de naturaleza, lo hacemos una vez por semana en un tiempo diferente a las salidas, le dedicamos hasta 30 min, y en este tiempo también se desarrolla el hábito de la atención, de la veracidad, observación, etc. Generalmente lo hacemos con acuarelas y como madre también participo de este tiempo, invito a los niños a colocar algún dato de su interés, el nombre y el lugar del hallazgo y también incluimos poesías cortas de su propia creatividad o pasajes de la escritura.

Herbario y otras recolecciones, poco a poco hemos aprendido a hacer la recolección y clasificación de hojas, flores, su identificación y registro, reuniendo nuestras guías de campo poco a poco. También hemos podido llevar a casa para observar insectos, frutos de árboles, piedras, roca y hasta nidos.

Estamos aprendiendo como familia que el tiempo en la naturaleza es un regalo para todos, incluida mamá, que es una de las que más disfruta, sin embargo poco a poco entendemos la importancia de seguir siendo intencionales en la observación, en los detalles, la atención, etc. Me encanta esta frase de Sonya Shafer «Toma tu tiempo, observa, escucha, sé paciente, tener el nombre de tu objeto natural es solo el principio para construir una relación, necesitas dedicar tiempo y compartir experiencias”.

Les invitamos a incorporar estos tiempos en sus rutinas y a buscar esos lugares hermosos que esconden tantas maravillas y seguro tendrán alguno cerca. Es una verdadera bendición.

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