¿Y por qué no?

Hoy en un momento de quietud mientras observaba a mis niños jugar con hojas secas, palos, maleza y alguna que otra piedra, pensaba en lo sencillo que son los niños, que no necesitan de juguetes, carros o cosas caras para ser felices, solamente de aquello que les rodea, lo que ha sido puesto a su disposición por parte nuestro Creador.

Es recurrente para algunas familias, como yo también lo he pensado, no realizar salidas a la naturaleza por no contar con esto o aquello, por no vivir en el campo o un lugar rodeado por la naturaleza, que para que mis niños puedan apreciar la naturaleza es necesario llevarlos a parque especiales, a la montaña etc, pero hoy viéndolos disfrutar de un lugar sencillo, de alguna manera sin mucha naturaleza a su alrededor, su creatividad fue puesta a prueba, y sin más su imaginación alzo vuelo:

Mi chiquita dice:  –estamos en una isla solitaria, tenemos que conseguir muchos palos para hacer una fogata, a lo que responde mi hijo:

-Tenemos que buscar platos para preparar la comida, tenemos que ir al río a buscar agua y ponerla a calentar para que se limpie. 

-mira acá tenemos carne de búfalo, le voy a colocar albahaca, mira mamá podemos utilizar está hoja de cuchara.

Tiempo en que su observación, su capacidad para resolver problemas fue puesto a prueba, saber cuales de las hojas que tenían era la que podían utilizar para ser el plato, cual para la cuchara, el color de las hojas, esta me sirve para carne, esta para ensalada etc. Charlotte Mason dice en el volumen 1: <<pero coloque cara a cara con una cosa, y él es veinte veces más rápido que usted en saberlo todo; el conocimiento de las cosas llegará volando a la mente de un niño tal como las limaduras de acero vuelan hacia un imán. >> Creo que como padres muchas veces somos nosotros los que nos limitamos y limitamos a nuestros hijos cuando ellos solamente quieren estar afuera, jugar libremente, disfrutando de la naturaleza y todos los tesoros que hay en ella, como dice Charlotte Mason volumen 1  <<Nunca estar adentro cuando se puede estar perfectamente afuera>>

Hoy como mamá, solamente estaba presente para cuidar que no se hicieran daño, pero cuan alegre estaba mi corazón al observar todo lo que fueron creando de la nada, cómo hacían sus propias conexiones para poder realizar las actividades que pedía su juego, recordaba la importancia de la inactividad magistral que nos dice Charlotte Mason: <<Se les debería dejar tranquilos, que jueguen mucho independientemente para que absorban lo que puedan de la belleza de la tierra y de los cielos; pues de todos los males de la educación moderna hay pocos que son peores que esto: el perpetuo graznido de sus mayores que no deja al pobre niño ni un momento, ni una pulgada de espacio, en el cual asombrarse—y crecer.>>

Solamente quiero aprovechar esta oportunidad para  invitar a los padres de familia a brindar la oportunidad a nuestros hijos de estar al aire libre en la naturaleza, de jugar libremente, de observar, de crear, no poner excusas, no ser nosotros lo que robemos este hermoso regalos a nuestros hijos; y si el impedimento es: no tengo a donde ir, debemos recordar que siempre al lado de nuestra casa hay un lugar por conocer y por descubrir. 

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