Herbario

El poder de clasificar, discriminar, distinguir entre cosas que difieren, se encuentra entre las facultades más altas del intelecto humano, y no se debe dejar escapar ninguna oportunidad de cultivarlo. CHARLOTTE MASON (Vol 1) 

Seguramente no es mucho pedir que cada niño o niña deba, antes de los doce años, haber formado un pequeño herbario de flores silvestres de su propio vecindario, presentado y preparado bonito, y cuidadosamente descriptivo CHARLOTTE MASON

Por qué hacer un herbario

 Hacer colecciones de hojas, flores y plantas secas para discriminar sus semejanzas y diferencias, por la observación y recolección que el niño hace de forma directa, es una labor de interés peculiar para la familia que producirá una sensibilización profunda ante lo natural. No solo aporta en el arte de ver y describir detalladamente con un vocabulario fluido, sino que a su vez añade esfuerzo extra de minuciosidad y delicadeza que conviene cultivar. Además, esta es la única manera de preservar la memoria biológica de nuestros territorios. Recordemos el alto llamado del Señor a considerar los lirios y como resultado descansar en Su Eterna Bondad, tal vez crear tu propio herbario junto con tus hijos sea una buena manera de llevarlos por este camino, así lo ha sido para nosotros. Toma tiempo y esfuerzo perseverante para lograrlo, es de gran satisfacción ver cada lámina terminada y reconocer la infinita Gloria del Incomparable Diseñador de todo lo creado. 

Como empezar 

Lo primero que debes tener en cuenta es un poco de técnica. Desde el principio escoge una zona específica para hacer tus paseos de naturaleza y recolectar flores o plantas de tu preferencia. ¡Recuerda!: No cambies ese lugar después de unas cuantas visitas, te sorprenderá poder descubrir como el clima, estado del suelo, altura, entre otros, proveen a las plantas características particulares que las diferencian de las que encontrarías en otras zonas. En otras palabras, ¡podrán hacerse expertos de la flora en su territorio aledaño, convirtiéndonos paso a paso en verdaderos botánicos!. Un buen investigador lleva consigo siempre una libreta o diario de campo, anota allí características relevantes. 

¡A recolectar!: Debes incluir siempre un recipiente lo suficientemente amplio para acopiar tus plantas y no sobreponer unas sobre otras. Busca no solo una muestra, recolecta varias para secar la mejor. Te daré un consejo importante, elige un horario específico para hacerlo en el que las plantas estén más secas durante el día, nunca en tiempo lluvioso. Para el caso de países tropicales en las horas de la mañana después del rocío, entre las 8:00 am y 10:00 am.



Prensado Botánico:

Cuando tienes listo lo que quieres secar tienes dos formas sencillas para iniciar la preservación; usar un libro antiguo (grueso y de hoja porosa) para flores y hojas delgadas. Recomiendo quitar el cáliz. Debes ubicarlas pegadas al lomo y revisar constantemente durante dos semanas para percibir si las hojas del libro están húmedas, y si es así cambiarlas de lugar. La segunda opción es usar un par de tablas gruesas y amarrarlas para hacer presión entre ellas, lo que usualmente denominamos una prensa casera. Este ultimo método era el que usaban los botánicos en sus expediciones, los resultados después de dejar allí las flores u hojas durante aproximadamente 15 días puede durar décadas, ¡hasta siglos!

Quisiera mostrarles algo de mi experiencia sin técnica, el trabajo empírico en un principio fue algo frustrante. Observa…

Y también la satisfacción que nos produjo aprender y ver resultados diferentes

Montaje

Te sugiero usar un papel grueso para las láminas del Herbario, no olvides que las plantas deben estar completamente secas, de lo contrario la muestra cambiará y el trabajo probablemente no será perdurable con el pasar de los días. Si quieres darle el toque profesional elabora un sobre pequeño para pegar en la esquina superior derecha que almacene semillas, frutos o fragmentos que se desprendan de la muestra, en caso de algún desprendimiento accidental podrás guardarlos allí y volver a pegarlos posteriormente. (Este será un ejercicio muy divertido para los niños, casi como un rompecabezas natural)

Por último y por ello no menos importante debes elaborar una etiqueta de papel delgado que suele colocarse en la esquina inferior derecha con la siguiente información

  • Nombre científico: Familia, Orden, etc.
  • Localidad donde se hizo la recolección: Región, zona o lugar.
  • Hábitat: Características del sitio, especies con las que convive.
  • Nombre de quien realizó la recolección
  • Fecha de recolección

Opcional: Para proteger las láminas puedes colocar un papel parafinado encima, y guardar todo el material en cajas con bolitas de naftalina como repelente y sílice para evitar la humedad.

Dejo por aquí una bibliografía que en su momento fue de inspiración, todo empezó por mis lecturas personales.

Solo por Gracia.

BIBLIOGRAFÍA:

Estos dos libros fueron como detonantes del amor por el trabajo y arte botánico y sus implicaciones para quienes dieron su vida por una pasión.

https://maguared.gov.co/la-expedicion-botanica-contada-a-los-ninos/

José Jerónimo Triana. El caballero de las flores. Santiago Díaz Piedrahíta. COLCIENCIAS. Panamericana Editorial.

El herbario de la poetisa inglesa Emily Dickinson lo dejo por aquí, ¡su historia es un  tesoro!

https://iiif.lib.harvard.edu/manifests/view/drs:4184689%241i

Dibujos de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada (1783-1816) dirigida por José Celestino Mutis

http://www.rjb.csic.es/icones/mutis/paginas/index.php

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