Nuevos Ojos para Observar

Inspirado en Diario Rural, apuntes de una naturalista

En esta lectura, he podido apreciar de una manera diferente la naturaleza que me rodea; Susan, la autora me ha despertado la capacidad de deleitar mis ojos por mi entorno. 

La forma en que describe la flora y fauna local es muy bella, además que te sumerge de tal forma que casi puedes ver a través de sus ojos. Esta narrativa está llena de metáforas y hechos que conjuntan la imaginación con la realidad. 

Ella dice:

“El tiempo  les da mayor consistencia y poder de aguante al hielo y a la nieve, igual que un corazón frío se hace más terco con cada intento infructuoso de suavizar sus fuentes; la nieve antigua, en especial se deshace muy lentamente, igual que un viejo prejuicio”.

Además, la autora da palabras a lo que la vista describe. Enriquece el vocabulario con adjetivos y descripciones que no hubiera pensado, y que describen más allá de lo que vemos. 

La metáfora del crecimiento de un rosal visto como una joven chica, que puede ser criada en modales y elegancia en un rosal de ornato, o una chica natural que puede crecer libre en la naturaleza; el rosal silvestre.

Y también, algo que no había considerado, pero que es tan lógico. En este libro se describen algunos tipos de ave que ya están extintas. Por lo que este tipo de narrativas en un diario de naturaleza es dejar conocimiento de  criaturas que tal vez, ya no existan en el futuro. 

DE LAS PÁGINAS A LA VIDA REAL

Justo hoy, visitaba un parque ecológico cerca de mi casa; el cual ya había visitado en varias ocasiones. Pero en esta ocasión, fui intencional en ver los detalles, considerar la temporada del año y junto con mis hijos, logramos hacer grandes descubrimientos: como observar a detalle la estructura en la cola de una ardilla roja, que se erizaba conforme se acercaba a nosotros. Vimos como esa cola la llevaba sobre la cabeza e imaginamos que trataba de verse más grande ante nosotros. 

Vimos también al menos unas veinte libélulas, algunas de ellas azules (Si es azul tu suerte es doble, son muy bonitas y simbolizan la pureza del agua, dicen lo cuentos tradicionales de Xochimilco), que en nuestra observación fueron las más grandes y bellas. Mantenían su vuelo en un punto fijo y nos dio oportunidad de ver con más detalle sus alas.

Logramos apreciar la floración del árbol de cepillo rojo (callistemon citrinus) , en sus diferentes etapas, desde el botón hasta el punto más alto de floración. Todo en un mismo árbol, y fue sorprendente.

Y terminamos el día mirando un cardenalito papamoscas que se mantuvo un buen rato de pie sobre la rama de un árbol sin hojas; por lo que su llamativo color rojo lucía en todo su esplendor.

Sigo con la lectura de este bello libro, y a decir verdad, me ha dejado mucho más de lo que creí. He podido disfrutar más de mis caminatas cerca de casa y con mucho ánimo para dar más hilo de pensamiento a los días de observación de naturaleza.

 

Alejandra de Servín

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