<<La mente no puede saber nada más que lo que puede producir en forma de respuesta a una pregunta planteada a la mente por sí misma.>> Volumen 6, página 16, Charlotte M. Mason.
El estudio de objeto dirige la atención del niño a cosas u “objetos” mucho más específicos como las partes de las que se conforma una especie natural en especial. Es para mirar más de cerca, para atraer la atención hacia una característica particular de algún elemento en la naturaleza.
Charlotte Mason dice al respecto:
<<¡Lección de objeto! puro bla bla bla, sobre una miserable chatarra cortada y disecada, difícilmente reconocible por alguien que conoce esa cosa. No me extrañaría que un niño se quedara sin información en lugar de obtenerla de esta manera tan poco natural. No, que vea la cosa grande y viva ante él, comportándose según su costumbre. Los especímenes son de infinita utilidad para el científico cuyo negocio es generalizar, pero son engañosos para el niño que todavía tiene que aprender sus individuos. No dudo ni por un minuto que una familia inteligente que salga de vacaciones podría cubrir todo el terreno que hemos esbozado, y más; pero ¿quién en el mundo va a enseñarles? La tercera pregunta de un niño sobre las aves del cielo o las flores del campo probablemente dejaría boquiabiertos a la mayoría de nosotros.>> Volumen 5, página 129. Charlotte M. Mason.
Esta cita nos enseña cómo el niño también necesita aprender particularidades para seguir asombrándose de las maravillas de la creación y reconocer la gloria de su Creador a través de su maravillosa creación. Un científico puede dedicar su vida a una sola especie y nunca terminar de conocer todo acerca de esa especie. Esto provee, aparte de todo, un sano pasatiempo y, como dice la srita. Mason, satisface la necesidad del ojo de ver.
Mamá, la creación es en verdad maravillosa, no necesitamos hacer tanto alarde. En una sesión real con un niño de 7 años, las damas de A Delectable Education ilustran una lección de objeto de la siguiente manera:
La maestra formula una pregunta al niño acerca de los picos de las aves, ¿Para qué sirven? para comer, responde el niño. ¿Será su única utilidad? también para recoger cosas, etc. se indaga un poco acerca del conocimiento previo del niño acerca de ese “objeto” específico.
Posteriormente, la maestra muestra la imagen del pico de un gallo y la imagen del pico de un pato, le deja observar por un momento. Después se notan sus semejanzas y diferencias y se parte a una charla muy interesante acerca de la forma y función del pico de cada ave.
Aparte de dirigir su atención a detalles más particulares, se le está entrenando para hacerse las preguntas adecuadas.
El estudio de objeto se observaba en la práctica de las escuelas PNEU en el horario escolar, pero definitivamente se puede llevar a cabo de manera espontánea en las horas al aire libre. Se recomienda dentro del currículo una vez por semana con una duración de 5 a 10 minutos por lección. Basta conocer el principio y su propósito para no presionarnos con los tiempos y con las formas de manera rígida, pero sí incluirlo al menos una vez por semana formalmente.
Para llevarla a cabo se sugiere preparar previamente las imágenes e investigar características de ese elemento natural. Nosotros, por ejemplo, hemos estudiado los “vellos” de algunas especies de orugas y para qué sirven, tenemos también en puerta el estudio de los filamentos de los hongos y las patitas de la oruga.
Por último, una de las recomendaciones más importantes es que no debemos hacer por el niño lo que el niño puede hacer, en este caso observar por sí mismo. También se recomienda no responder todas sus preguntas todo el tiempo, especialmente usando estas herramientas como el Google lens, pues eso sólo provocará un “ah” de algo que probablemente pudo ser una duda que rondara en su cabeza constantemente y que no le dejará en paz hasta descubrir la respuesta. Está bien no saberlo todo, todo el tiempo.
Créditos y ayudas
Fuente: A Delectable Education, Episode 95 “Object Study”
Desireé Romero, 2021