«A fin de dar precisión a lo que pronto puede convertirse en un conocimiento bastante amplio de la historia, tome una hoja larga de papel o cartulina y divídala en veinte columnas, dejando que el primer siglo de la era cristiana quede en la mitad, y que cada columna restante represente un siglo antes de Cristo o después de Cristo, según sea el caso.
Luego, que el niño mismo agregue, en la medida que pueda, los nombres de las personas con las que se encuentra en el debido orden, en su siglo apropiado.
No necesitamos preocuparnos por ahora en fechas más exactas, con esta simple tabla de los siglos, la mente del niño armará un panorama gráfico, con el cual verá los eventos en su orden temporal.» Charlotte Mason, Vol. 1 pág. 292