La telaraña de Carlota

E. B. White

Aunque esta historia igual se la disfrutan niños y jóvenes, el club se dividió para permitir que los más pequeños tuvieran un espacio para las actividades lúdicas. 

Un libro que cumple  con las demandas del lector que busca recrear su mente con una historia entretenida, como para aquel que busca un contexto de reflexión a través de escenas inusuales. Esta historia  fue escrita por el neoyorkino E.B. White en el año 1952, y llevada a la pantalla grande en dos ocasiones. Esta es una de las tres obras escritas para niños, en las que también se encuentra Stuart Little y La Trompeta del Cisne;  pocas obras escritas para el público infantil, pero suficientes para obtener la medalla Laura Ingalls Wilder, así como múltiples premios y reconocimientos, convirtiendo sus libros en clásicos de la literatura para niños en los Estados Unidos. 

Deseo compartirles la reflexión de una madre de la comunidad, a modo de recomendación, pues no puedo sino conectar mi corazón con estás palabras sobre el efecto de esta bella lectura. Así como las breves palabras de mis dos niños que formaron parte del Club de lectura, y el dibujo digital de un chico que participó y disfrutó de la lectura con el grupo.

Mientras leía los dos últimos capítulos de la telaraña de Carlota, gruesas lágrimas resbalaban por mis mejillas.

En esta historia, E B White, nos regala más que interesantes curiosidades de las arañas, descripciones de la granja y sus huéspedes. Cuando damos una mirada más profunda tenemos mucho que aprender sobre la verdadera amistad, sobre equivocadamente pensar conocer a otros solo por una primera impresión, sobre el sacrificio a favor del servicio al prójimo, la lealtad y el amor.


Charlotte es una araña hermosa – y no me refiero a su aspecto físico- me refiero a la belleza que no se ve, la que adorna el alma y la mente.

*Desde que la araña comenzó a protegerlo él había hecho cuanto pudo para justificar su reputación. Cuando la telaraña de Carlota dijo VAYA CERDO, Wilbur se esforzó por parecer un espléndido cerdo. Cuando dijo MAGNÍFICO, Wilbur intentó parecer maravilloso. Y ahora que la telaraña decía RADIANTE, hizo cuanto le fue posible para resultar brillante* . (Este pasaje me recordó el poder que pueden ejercer las palabras, y me hace reflexionar si estoy usando sabiamente mis palabras con mis hijas, necesitamos hablar verdad de otros y a otros).

Cuando Wilbur conoció a Carlota pensó que era cruel y sanguinaria, con el tiempo su visión de su amiga cambia y un día le pregunta por qué hace tanto por él, si él nunca había hecho nada por ella?
Ante esta interrogante Carlota responde:

*Has sido mi amigo, eso es algo importante… La vida de una araña es un desastre, con todas estas trampas y comiendo moscas. Al ayudarte, quizás trataba de elevar mi vida un tanto. Dios sabe que cualquiera puede hacer lo mismo con su existencia.* (Mientras leía esto pensaba en cómo afecta a nuestras vidas el vivir por un propósito eterno, más grande que nosotras mismas, aquello que nos lleva a servir a nuestro Padre celestial a medida que con amor servimos a nuestra familia y a los que el Señor a puesto a nuestro alrededor. Amar a Dios y amar al prójimo, no hay llamado más alto (Marcos 12: 30-31).

Ana Díaz, Comunidad Estado de México

Charlotte ayudó a Wilbur, fue empática. Uno aprende a ayudar a los demás. 

Danel Arturo Guerrero, 8 años.

La lectura enseña muchos valores, la victoria de una araña y su amigo Wilbur. Está araña no tuvo una historia común, salvo la vida de un cerdo, está es una verdadera super héroe. 

Lhya Jahdaí Guerrero, 9 años

La Telaraña de Carlota, por Alan y Evelyn

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