Consideraciones preliminares a las lecciones como instrumentos de educación

«Me parece que vivimos en la era de la pedagogía; que nosotros que tenemos la profesión de enseñar nos inclinamos a poner demasiado sobre nosotros mismos, y que los padres están listos para rendir la responsabilidad de la dirección, así como de la instrucción real, más de lo que es sano para los niños.»

–La materia y el método de las lecciones, parte V del primer volumen, educación en el hogar por Charlotte M. Mason. Página, 169

Este es el importante preámbulo para presentar las herramientas utilizadas en las lecciones escolares. Tema en el cual, Charlotte Mason hace especial énfasis en estar atentos como padres, a no dejar la educación de los hijos «exclusivamente» en manos de los maestros. Ellos son quienes, más que nadie, tienen en sus manos lo que los niños deben aprender y cómo deben aprenderlo.

Es vital que el padre forme cuidadosamente sus propias opiniones como la materia y el método de la educación intelectual de sus hijos, esto también por el bien de los maestros pues, nada da más vitalidad y propósito a maestro que la certeza de que los padres de sus alumnos les acompañan.

El hogar, el mejor terreno para los niños.

A pesar de los avances del kindergarten aún desde los tiempos de Charlotte Mason (especialmente emergentes entonces) ella establece que el hogar es el mejor ambiente para el desarrollo del niño pequeño. Y sin duda lo sería, donde la madre con libertad puede dedicarse a la instrucción de sus hijos.

En estos tiempos que Charlotte Mason escribió, en las ciudades se acostumbraba que institutrices enseñaran a los niños. Respecto de esto Charlotte Mason recomendó a la madre elegir bien a la persona y explicarle muy bien cuales son los propósitos de la educación de sus hijos.

Esto nos deja ver que el principal agente directa o indirectamente somos los padres (ella trabajaba en colaboración con los padres de familia, la PNEU.) Pero no podremos tomar estas decisiones desde la ignorancia, debemos estar activamente involucrados en el tema pues el conocimiento, como hemos aprendido, no es fragmentado sino que está interconectado y, aunque no sea nuestro campo de especialidad como servidor en la sociedad, la educación de nuestros hijos nos compete y bastante.

Sabemos que hoy en día es imposible realizar esto en las escuelas. Específicamente para quienes educamos en el hogar, este es un recordatorio de que esta es una labor de suma importancia para lo cual debemos estar aprendiendo todo el tiempo y en preparación incesante.

Tres preguntas para la madre

La madre deberá cuestionarse seriamente lo siguiente:

¿Porqué deben aprender los niños?

¿Qué es lo que deben aprender? y

¿Porqué deben aprenderlo?

Si se toma la molestia de encontrar una respuesta definida y concienzuda a estas preguntas, estará en la posición de guiar los estudios de sus hijos. Esto será también la brújula que dirigirá los estudios aún en los momentos más difíciles.

Los niños aprenden para crecer

Lo que Charlotte Mason pretendía era regresar a este modelo de virtud y carácter, a la dignidad del ser humano como creación de Dios y no como un ser en evolución, con las leyes naturales que la rigen y con el propósito supremo de entender su relación con la divinidad, con su prójimo y su lugar en el universo para poder ser quien fue diseñado para ser. Para asombrarse de las maravillas del creador y de la creación, para servir a su prójimo y estar enteramente preparado para toda buena obra.

¿Qué deben aprender los niños? ¿Porqué comemos? ¿no es para que el cuerpo pueda vivir y crecer y cumplir con sus funciones?

Precisamente de la misma manera se debe sostener a la mente para su desarrollo a través de alimento conveniente, del ejercicio mental que la fortalece.

 
**Paráfrasis y comentario de las páginas 169 a la 172 de el volumen 1, educación en el hogar de 
Charlotte M. Mason

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