La educación en casa es un acto de amor

Amar en términos bíblicos representa un reto imposible para cualquiera que no ha probado la benignidad de nuestro Dios, las aproximaciones más sinceras tienen matices de egoísmo, que sin duda, nos alejan de amar perfectamente.
No confiamos en nuestras propias capacidades para amar, pero sí creemos en aquel que es poderoso para transformar, para limpiar, para restaurar y para restituir su imagen en nosotros.