Educación Viva

Hay que desarrollar la apreciación por el arte

Nosotros escuchamos de un niño pequeño con sus padres en la Galería Nacional; el niño, que se había ido por su propia cuenta, volvió corriendo con la noticia: -«Oh, mamá, hay uno de nuestros cuadros de John Constable en esa pared». De esta manera los niños se familiarizan con cien, o cientos, de grandes artistas durante su vida escolar y es una intimidad que nunca los abandona. Un grupo de niños va a Londres a una excursión. «¿Dónde te gustaría ir?» «Oh, mamá, a la Galería Nacional para ver los Rembrandt». Los jóvenes van a tomar el té a una habitación que les resulta desconocida y se muestran encantados al reconocer dos o tres reproducciones de los cuadros de De Hooch. Vol. 6, pág 215

Se notará que el trabajo realizado sobre estas imágenes lo hacen los propios niños. No se habla de escuelas de pintura, poco de estilo; la consideración de estos asuntos llega más tarde en la vida, pero lo primero y más importante es conocer las imágenes mismas. Así como en un libro digno dejamos que el autor cuente su propia historia, también confiamos en que una imagen cuente su historia a través del medio que le dio el artista. En la región del arte como en cualquier otra parte, dejamos fuera al intermediario. Vol. 6, pág 216

 

Mirando de nuevo al reino del Arte, creemos discernir los signos de los tiempos. Algunos de nosotros empezamos a aprender la lección que un profeta se ha levantado para dar a esta, o a la última generación. Empezamos a comprender que la mera técnica, por perfecta que sea, ya sea en la representación de los tintes de la carne, o de los mármoles, o de una composición musical de extrema dificultad, no es necesariamente Arte elevado. Empezamos a comprender que el arte sólo es grande en proporción a la grandeza de la idea que expresa, mientras que lo que pedimos a la ejecución, a la técnica, es que sea adecuada a la idea inspiradora. Pero seguramente estos temas no tienen nada que ver con la educación de los niños. Sí, todo. En primer lugar, no permitiremos que ningún pseudo Arte esté en la misma casa que nuestros hijos; después, someteremos nuestros gustos y opiniones fáciles a una prueba de búsqueda como la que hemos indicado, sabiendo que los niños se impregnan de los pensamientos que hay en nosotros, queramos o no; y por último, inspiraremos a nuestros hijos con esas grandes ideas que crearán una demanda, de todos modos, de gran arte.

Charlotte Mason, Vol.2 cap.24

Estudio de Arte

Vol.6, pág 214

Reconocemos que el poder de apreciar el arte y de producir hasta cierto punto una interpretación de lo que uno ve es tan universal como la inteligencia, la imaginación, más aún, el habla, el poder de producir palabras.

Luego se da la vuelta al dibujo y los niños cuentan lo que han visto: un perro conduciendo un rebaño de ovejas por un camino, pero nadie con el perro. Ah, hay un niño acostado bebiendo junto al arroyo. Es de mañana, como puede ver por la luz, las ovejas están siendo conducidas a pastar, y así sucesivamente; no falta nada, el arado desechado, el abedul torcido, las nubes de hermosa forma y amenazando lluvia, alcanza para media hora de charla y de memoria en esta pequeña reproducción de un gran cuadro y los niños lo sabrán donde lo vean , ya sea una copia impresa, una reproducción al óleo o el propio original en una de nuestras galerías. 

Pero debe haber conocimiento y, en primer lugar, no el conocimiento técnico de cómo producir, sino algún conocimiento reverente de lo que se ha producido; es decir, los niños deben aprender las imágenes, línea por línea, grupo por grupo, leyendo, no libros, sino las imágenes mismas.

Un amable vendedor de cuadros nos proporciona media docena de pequeñas y hermosas reproducciones de la obra de un solo artista, término por término. 

Después de una breve historia de la vida del artista y algunas palabras de simpatía sobre sus árboles o sus cielos, sus ríos o sus figuras, los pequeños cuadros se estudian uno a la vez; es decir, los niños aprenden, no sólo a ver una imagen, sino a mirarla, fijándose en cada detalle.

"No queremos que todos nuestros hijos sean artistas, pero sí queremos que sientan y aprecien lo bello, y admitamos francamente que no todo el mundo puede aprender ni siquiera eso . Al menos, entonces no podemos perder ninguna oportunidad de mostrarles cosas realmente bellas, ejemplos de grandes maestros de la pintura, la escultura o la artesanía (de los que cada vez hay más a nuestro alcance); al menos podemos enseñarles algo de la belleza de la naturaleza y de las cosas comunes, algo de la grandeza de la sencillez y la verdad. Y podemos animarles a dibujar, modelar, bordar, hacer carpintería y muchas otras cosas que les ayudarán a utilizar sus ojos y sus manos con precisión, tanto para su propio placer como para el beneficio de su generación."
Por Canon Norris
Revista mensual de cultura y formación en el hogar
Volumen I Educación en el hogar

Por Marcela Madrazo

Los estudios de arte influyen en sus propios dibujos

Vol.6, pág 214

Grupo V y VI

Pedimos que “describan dibujando en sepia alguno de los atardeceres de  Corto”. Más allá del estudio general de un cuadro en cuestión, o de alguna sección del mismo, estos dibujos de cuadros no son para apreder a dibujar, (los cuadros no se deben copiar, pues al copiarlos corremos el riego de que el niño pierda su admiración por las grandes obras)

Los estudiantes ilustran las escenas favoritas y pasajes de los libros que se leen durante el cuatrimestre, y la pasión con la que realizan las ilustraciones, y los detalles preciso que incluyen, hacen que el profesor se dé cuenta de cuánto más han captado los niños en el pasaje leído que él mismo.
 
Su audacia al enfrentarse con cuestiones técnicas es muy reveladora. Tienen una inventiva sorprendente a la hora de dibujar grupos numerosos de personas, como un grupo de gente oyendo el discurso de Marco Antonio, o recibiendo al Príncipe de Gales en la India, de hecho, cada vez que se necesita representar una multitud, lo hacen como lo haría un artista, mostrando muchas cabezas. Como esos niños de la escuela nienesa de arte, también nuestros estudiantes utilizan todo el papel, ya sea dibujando un paisaje o una habitación en detalle. Te dibujan caballos saltando arroyos, perros persiguiendo a gatos, ovejas en el camino, siempre con una sensación de movimiento. 

Es evidente que los niños estudian las figuras que ven con gran detenimiento, y te darán a un jardinero afilando su guadaña, a una madre cosiendo, un hombre remando o conduciendo o cortando la hierba. Sus sillas se sostienen sobre cuatro patas, y sus figuras sobre dos pies de un modo sorprendente, y siempre están al tanto para corregir los detalles en cuanto los detectan. Tienen un sentido intrépido y encantador del color, y cualquiera de ellos convencerá de que tiene talento para llegar a ser un artista. Los estudios de campo les aportan profundidad en el paisaje. La primera florecilla, un botón de oro, por ejemplo, que dibuje un niño, será muy básica, el tipo de dibujo que escandalizaría a un profesor de acuarelas, pero con la práctica le saldrá otra flor, en una pose más delicada, con el brillo y la gloria de una flor real.

Hoy en día se enseña a dibujar tan bien que no necesitamos más que resaltar uno o dos puntos de nuestro trabajo como lo son el estudio directo de cuadros y las ilustraciones de los diarios de naturaleza. 
 
Hacemos lo posible para introducir a los niños a la arquitectura, y practicamos el modelado con arcilla y varias artes manuales, pero no hay nada especial que destacar en nuestro trabajo en estos terrenos. 
Volumen I Educación en el hogar

Por Priscila Díaz

<<En general, el dibujo se enseña tan bien ahora que no necesitamos hacer más que enfatizar uno o dos puntos especiales en nuestro trabajo, como el estudio definido de las imágenes y las ilustraciones del cuaderno de naturaleza. >>

Charlotte Mason, Vol.6, pág 217

SRA. STEINTHAL, VOL.8, PÁG 414, REVISIÓN DE LOS PADRES

Dibujo a pincel

El trabajo con el pincel es muy importante, y me gustaría que comprendiera que el dibujo con pincel debe considerarse como una preparación en música, como los ejercicios en escalas¿Por qué no hacer lo mismo en el arte que en la música, enseñarles a girar las muñecas, etc., de modo que cuando lleguen a dibujar la naturaleza tengan una mano más libre y una base para un sonido?

Para incorporar un poco de formación artística, al principio sí les enseñamos a diseñar, y el resultado es que nuestros hijos pueden aprovecharlo en casi todos sus trabajos.

 A la edad de 11 1/2 años, una niña esculpió una mesa ; todo lo diseñó ella misma poco a poco, y ahora trabaja sola todos los viernes por la tarde durante tres horas; si podemos producir tal resultado a partir de una Escuela Nacional Infantil, ¿qué no deberían lograr nuestros hijos?

Resuelva promover el progreso del arte y el entrenamiento manual introduciéndolo en todas nuestras ramas y hogares, para que nuestros hijos crezcan con reverencia por todo trabajo y trabajadores, y un profundo aprecio y amor por todo lo que es hermoso en este maravilloso mundo nuestro.

Hace cuatro o cinco años, verías cantidades de manzanas hechas por niños en la misma escuela, todas exactamente iguales; no hay ningún valor educativo en eso. Tengo un curso que he hecho para niños de lecciones de modelado que van desde la forma redonda al cilindro, y luego a la forma cuadrada. Nunca modelamos nada que sea delgado; siempre debe ser algo firme y sólido. 

SRA. STEINTHAL, VOL.8, PÁG 414, REVISIÓN DE LOS PADRES

Modelado en arcilla

Ahora debo hablar sobre la formación artística. En un principio queremos empezar un curso continuo de entrenamiento manual junto al trabajo mental, y hemos llegado a la conclusión de que no hay nada tan bueno como el modelado en arcilla y el dibujo a pincel para los más pequeños. Sé de niños que lo empezaron a los cuatro años; pero es mejor empezar a las seis, por regla general.

La razón para modelar con arcilla es que el niño puede ver todo alrededor, no es plano; ve el objeto a su alrededor y trata de imitarlo. ¿El modelado en arcilla es educativo? Creo que sí, porque sienta las bases para la precisión , que es lo que necesitamos en el carácter. Cada niño debe trabajar a partir de su propio modelo, no como en un caso que conozco, en el que se modelaron enormes manzanas y peras para que los niños las copiaran, para ahorrarse la molestia de separarlas para cada niño. Esta puede ser una lección sobre cómo reducir el tamaño, pero no es una lección sobre precisión, y los niños no se encariñan con lo que hacen, no es su propia manzana o pera individual. 

En la enseñanza de la música, una vez más, permítele percibir las bellas leyes de la armonía, la personalidad, por así decirlo, de la Música, mirándole desde entre las extrañas notas negras, y la lección de piano habrá dejado de ser una monotonía.

Charlotte Mason, Vol.2 cap. 25

Exponemos a los niños a la música de mejor calidad

La apreciación musical, que esta tan de moda en nuestros días, surgió en el PNEU hace unos 25 años. 

<< En aquel tiempo le ponía a mi niño pequeño todo lo que podía de la mejor música que yo conocía y disfrutaba, y la Sra. Mason se entero de lo que yo estaba haciendo.  Se dio cuenta de que la música puede proporcionar placer e interés en la vida de todos, y de que, así como los niños del PUS disfrutaban de la mejor literatura y arte, podrían recibir también la mejor música. Me pidió que escribiera un artículo para la «Revisión» sobre el resultado de mis observaciones, y que realizará también un programa de música para cada cuatrimestre que pudieran escuchar los niños. Desde aquel día, al principio de cada cuatrimestre hemos realizado un programa, e iniciamos un movimiento que ha tomado vuelo. 

La apreciación musical, por supuesto, no tiene nada que ver con tocar el piano. Se pensaba que “aprender música” significaba eso, y se daba por sentado que los niños que no tenían talento para tocar no eran “musicales” y que no disfrutarían de un concierto.

 

Pero la apreciación musical tiene menos que ver con tocar un instrumento que el actuar tiene que ver con la apreciación de la obra de Shakespeare, o pintar con la apreciación de arte. Creo que deberíamos exponer a todos los niños a la apreciación musical, y no solamente a los que tienen talento para la música, puesto que está probado que solo un 3% de los niños no tienen “oído musical”, y si se detecta a una edad temprana nos sorprenderá comprobar que estos niños que se supone no tenían oído, lo desarrollan y son capaces de disfrutar oyendo música con discernimiento.>> Sra. Howard Glover, Conferencia de Ambleside del Sindicato de Padres, 1922

Importancia de la música en la educación ​

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